Javier Saavedra expone en la galería José Chávez Morado, del Centro Cultural Juan Rulfo
Domingo 23 de agosto de 2015, p. 4
Para el artista plástico Javier Saavedra (ciudad de México, 1962), la cualidad más valiosa de una obra de arte está en la capacidad que tiene de comunicar emociones y experiencias no verbales más allá de cualquier concepto.
Me parece, pues, un mal uso de la pintura hacer de ella un simple medio para comunicar un mensaje. Sin embargo, ante la creciente percepción de que nuestro país vive un paulatino proceso de deterioro social, político y económico, he sentido la necesidad de elaborar una serie de pinturas a través de las cuales pueda expresar parte del inconformismo que siento al respecto.
Saavedra inauguró la noche del viernes su exposición Las estructuras inestables, formada por 13 pinturas de técnica mixta y formato medio, en la galería José Chávez Morado, del Centro Cultural Juan Rulfo.
“La muestra, que representa un año de mi trabajo, está encuadrada dentro del tema Las estructuras inestables, relacionado con la percepción que tengo del país, sobre todo por lo que ha sucedido desde hace un año y cómo se ha ido desmoronando”, explica el artista en entrevista con La Jornada.
El pintor, quien desde hace años realiza una técnica muy elaborada, asegura que esta es la primera vez que monta una exposición temática al referirse a una situación concreta, y el reto fue lograr obras que reunieran ambas estéticas al mismo tiempo; es decir, que tuvieran una voz crítica y también una dimensión poética más abierta.
“La pintura y el arte en general tienen una dimensión poética abierta donde hay un espacio de comunicación tanto del artista con su propia obra, como de la obra hacia el público, en la cual existen muchas cosas subjetivas que no son verbalizables, entonces, me gusta preservar esa dimensión de la pintura.
Elegir este tema y tener esta intención más crítica ha sido porque me he sentido muy inquieto y preocupado por la situación del país, pero no he querido hacer algo muy explícito, porque siento que si se hace una crítica demasiado explícita o demasiado concreta en la pintura se pierde esa otra dimensión muy bonita y única del arte
, precisa Saavedra.
La desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa y diversos actos de violencia hicieron que se exacerbara la visión crítica del pintor, aunque al final de su obra no quiso perder la intención poética.
En la exposición figuran obras como El milagro mexicano: las fosas de Iguala, pintura inspirada en los sucesos de Ayotzinapa; La espada de Damocles, sobre las marchas de protesta y la represión de las autoridades, y Las otras voces, imagen de un subsuelo donde alguien está atrapado.
Sobre Las otras voces, el pintor comenta que al elaborar los bocetos se propuso hacer algo más abierto, que pueda ser como un símbolo que represente más cosas a través del tiempo y no se quedara circunscrito a un hecho.
Las estructuras inestables, del artista Javier Saavedra, se podrá visitar hasta el 3 de septiembre en la galería José Chávez Morado, del Centro Cultural Juan Rulfo (Campana 59, colonia Insurgentes Mixcoac).