Opinión
Ver día anteriorSábado 22 de agosto de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Los de Abajo

Fábrica de delitos

L

a fábrica de delitos en que se ha convertido este país para criminalizar la protesta, tuvo ayer una baja. Marco Antonio Suástegui, comunero opositor a la presa La Parota que se quiere imponer en el Acapulco rural, fue liberado luego de un injusto encarcelamiento de 15 meses en el penal de La Unión.

Ilegal su detención, su encarcelamiento y el proceso jurídico al que fue sometido, Suástegui contó durante todo este tiempo con el apoyo de un pueblo que nunca lo abandonó, como tampoco abandona su lucha contra un proyecto hidroeléctrico que, de consolidarse, los sacará del mapa.

Nestora Salgado sigue presa. Mario Luna también, al igual que Cemeí Verdía, todos ellos luchadores sociales y defensores del territorio, como Suástegui, vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), organización conformada hace 12 años para hacer frente a la obra que inundará 13 poblados, desplazará a 20 mil habitantes (de los cuales 76 por ciento se dedica a la actividad agrícola) y afectará 14 mil 213 hectáreas de cultivo.

La lucha de Suástegui, como la del resto de presos políticos en el país, es por la vida y la existencia de su pueblo. Y por eso desde el momento de su detención, el 17 de junio de 2014, las comunidades agrupadas en el Cecop se mantuvieron movilizadas luchando por su liberación. No lo dejaron solo a pesar del hostigamiento y amenazas de las fuerza pública contra su comunidad. La presa no va. Lo dijeron desde el principio y lo repiten ahora.

Junto con Suástegui fue detenida la activista María de la Cruz, quien continúa presa, aunque la liberación del vocero abre la posibilidad de su salida. Ambos fueron acusados del robo de 23 bienes al empresario Humberto Marín, quien no demostró ni el robo ni que los objetos fueran de su posesión. A todas luces se fabricó un delito por su oposición al millonario proyecto.

Rogelio Téliz, abogado de los dos activistas, informó al reportero Fran Richart que el proceso de la comunera está atrasado, pero la defensa planteará el mismo mecanismo de apelación.

Este viernes, con 30 kilos menos, Suástegui arribó a Salsipuedes, comunidad del ejido de Cacahuatepec, la zona más afectada por una obra que ha levantado a todo un pueblo.

Cuatro muertos y decenas de detenidos les ha costado la lucha durante 12 años. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) no quita el dedo del renglón, pues son grandes los intereses políticos y empresariales que están detrás del proyecto.

Por lo pronto hoy es día de fiesta en Salsipuedes.

[email protected]