Proyecto en marcha
Alimentos a grupos vulnerables
Empleo, asunto pendiente
na de las tareas más importantes del gobierno de Miguel Ángel Mancera para lo que resta de su mandato será proporcionar alimentos a quienes no tienen posibilidad de allegarse tres comidas al día. El proyecto está en marcha y en él se van a invertir muchas horas de trabajo y de voluntad para tratar de solucionar uno de los muchos problemas, hijo del neoliberalismo, que sufre la población.
Hoy día en la ciudad de México existen más de 300 comedores públicos. En algunos se cobra una cuota de recuperación de 10 pesos, en otros, dedicados sólo a proporcionar alimentos a los indigentes del DF, es decir, a los que no tienen trabajo, casa ni alguna forma de sustento, la comida es gratis, pero este cúmulo de lugares parece que no son suficientes para librar del hambre a los necesitados de la capital del país.
No se trata, hasta donde van los planes, de otra cruzada contra el hambre, en la que se condicione el beneficio a la obligación de insertar al beneficiario en un partido, como sucede en el programa federal, ni de arrebatar los datos, la identidad, a la gente más pobre, sino de enfrentar un problema que tiene que ver con la estrategia de gobierno federal en la que se requiere enriquecer a alguno a costa del empobrecimiento y el hambre de otros muchos. La frase parece trillada, seguramente lo es, pero eso no le quita la enorme carga de verdad que encierra.
La ciudad de México sufre el gran problema del desempleo. No se requieren muchos datos para darnos cuenta de que el comercio informal día con día aumenta sobre las banquetas de las calles de todas las delegaciones de la ciudad, aunque para expresar el drama en su exacta dimensión, sólo hay que voltear la cara al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que nos advierte que la capital del país es una de las entidades con mayor número de desempleados, lo que habla del fracaso de la señora Patricia Mercado al frente de la secretaría que sirve, principalmente, para promover el empleo –como premio a su excelente labor, la señora es ahora secretaria de Gobierno del Distrito Federal–, y eso se refleja, necesariamente, en el empobrecimiento de muchos sectores de la población.
El Inegi advierte que el estado de México es la entidad con más desempleo, luego está Tabasco y después el Distrito Federal. La cifra porcentual que se maneja es de 5.53 por ciento y tiene un ligero aumento, dirían los que de esto saben, con respecto del mes anterior. Pero, bueno, lo que queremos decir es que si la iniciativa privada sigue sin crear los espacios de ocupación necesarios, tiene que ser el Estado el que aminore el daño que causa el problema, y entonces se hacen necesarias acciones como en las que ahora están pensando en el gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Serán muchos los espacios que el gobierno tenga que ocupar frente a una iniciativa privada que no está dispuesta a arriesgar nada, que busca hacerse de grandes capitales sin invertir casi nada, y que ahora, en el DF, como en muchos lugares de la República, se empiezan a dar los contratos en los que las obligaciones de ley del patrón resultan letra muerta. Es muy importante que la preocupación de Mancera vaya por el lado de la alimentación, que bueno, pero ya es tiempo de que en lugar de consentir a los barones del dinero, se les presione para que creen los puestos de trabajo tan necesarios para la población del Distritio Federal.
De pasadita
Hay que echarle una mirada al nuevo Reglamento de Tránsito porque, según nos cuentan, no dice nada para poner en orden a los camioneros de las empresas refresqueras o cerveceras que se apoderan de las calles sin que exista alguna voz que les obligue a cumplir lo que la ley manda. De esto ya estaremos platicando dentro de poco.