Con el cabildeo del gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, los diputados independientes se aliaron a los del Partido Acción Nacional (PAN) para frenar la aprobación de las cuentas públicas del mandatario estatal Rodrigo Medina de la Cruz, como pretendía la mayoría priísta.

Manuel González, coordinador del equipo de transición de Rodríguez Calderón, informó que convenció a los legisladores independientes Luis David Ortiz, Jesús Cedillo y Enrique Barrios (los tres ex panistas) para que, al igual que los del blanquiazul, no acudieran a la sesión, que finalmente se calceló por falta de quórum.

Cerca de las 14:30 horas de ayer, la presidenta del Congreso del estado, María Dolores Leal, declaró que la sesión no podía realizarse porque sólo había tres diputados: dos de Nueva Alianza y uno del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Al enterarse de la decisión de los panistas e independientes, los legisladores del tricolor no se presentaron.

La noche del martes, en reuniones privadas, por redes sociales y llamadas telefónicas, el equipo de transición de El Bronco llamó a ciudadanos a manifestarse frente al Congreso para rechazar la sesión extraordinaria.

Por la mañana, la comisión de hacienda, integrada en su mayoría por diputados priístas, aprobó en menos de 10 minutos 19 cuentas públicas del gobierno de Nuevo León, entre ellas la de 2013, a la que legisladores del blanquiazul llaman el robo del siglo contra el estado.

Mientras, fuera del recinto legislativo, más de 300 integrantes de grupos ciudadanos, algunos convocados por El Bronco, protestaron contra la aprobación de las cuentas y empujaron a policías de Fuerza Civil que les impidieron el acceso.

Miembros de Alianza Cívica, Únete Pueblo, Que el Pueblo nos lo Demande, Congreso Nacional Ciudadano y diputados electos de Movimiento Ciudadano coreaban cárcel a Medina y no a las cuentas públicas.

González explicó que de esta forma la próxima legislatura, en la que el Partido Acción Nacional tendrá mayoría, será la encargada de revisar las cuentas del gobierno de Medina.

En Guanajuato, la comisión de hacienda y fiscalización del Congreso estatal autorizó al gobernador panista Miguel Márquez Márquez aumentar la deuda del estado en 4 mil 240 millones.

La solicitud fue aceptada con en base en un estudio de la empresa calificadora Fitch Ratings, la cual asegura que el estado tiene finanzas sanas, calificación crediticia local AA+ y calificación internacional BBB+.

Según el diagnóstico, el gobierno tiene una deuda pública y pasivos indirectos por 6 mil 267 millones de pesos con HSBC, Bancomer, Banobras, Banco del Bajío, Banamex y Scotiabank.