Ayotzinapa puso al descubierto complicidades
con criminales
Jueves 20 de agosto de 2015, p. 32
Chilpancingo, Gro.
Familiares de luchadores sociales asesinados, desaparecidos o detenidos denunciaron que en Guerrero persiste la impunidad, solapada por los gobiernos federal y estatal, contra quienes atacan a los movimientos sociales.
Al término de un foro realizado en la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum) con motivo del sexto aniversario del asesinato de Armando Chavarría, quien fue presidente de la comisión de gobierno del Congreso del estado, el abogado José Enrique González Ruiz preguntó: ¿Qué más tiene que pasar en Guerrero para que termine con este ambiente de impunidad? Ya pasó todo: ejecuciones masivas y extrajudiciales, y persecución, encarcelamiento o asesinato de líderes sociales
.
Los parientes de los activistas insistieron en que la impunidad y la corrupción que la patrocina se han arraigado y han adquirido carta de naturalización en el estado
.
Un documento firmado, entre otros, por Tita Radilla, dirigente de la Asociación de Familiares de Desaparecidos Víctimas de Violación de los Derechos Humanos en México; Marta Obeso, viuda de Armando Chavarría; Norma Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur; Cleotilde Salgado, hermana de Nestora Salgado, comandanta de la policía comunitaria de Olinalá, subraya:
“Los ríos de sangre que surcan la geografía de nuestro estado y del país son reflejo de la descomposición social generalizada, y son, ante todo, resultado de la incapacidad del Estado.
“El ataque bestial contra los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, con saldo de tres normalistas y tres civiles asesinados y la desaparición de 43 estudiantes, se incubó en las décadas de impunidad que ha vivido Guerrero.
Esta atrocidad, la peor y la más indignante que registra la historia de nuestra entidad y del país, dio nacimiento a una nueva conciencia de los grandes atrasos que padecemos los guerrerenses; sintetiza la descomposición del Estado y pone al descubierto las complicidades del crimen organizado con autoridades, funcionarios y políticos
, concluye.