El investigador presentó su libro El río reflexión, coeditado por el FCE-Colmex
Jueves 20 de agosto de 2015, p. 5
Octavio Paz ha sufrido la injusticia crítica de ser descalificado como poeta por diferencias políticas, lo cual es inadmisible, y por su revisionismo
, entendido como una permanente corrección de sus escritos, dijo el especialista Anthony Stanton durante la presentación de su libro El río reflexión: poesía y ensayo en Octavio Paz (1931-1958), el martes en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica (FCE).
“Uno puede decir que se equivocó políticamente en tal momento, pero utilizar eso para descalificar la obra me parece inadmisible. Lo mismo, ciertos comentarios sobre su revisionismo, es decir, el proceso permanente de corrección de toda su obra; dicen que eso es falsificación de su pasado. Yo digo ‘viva la falsificación’, todos corregimos todo el tiempo”, explicó el autor.
Durante la presentación, el poeta Antonio Deltoro, el crítico Rafael Vargas, la ensayista Lilianna Weinberg y Tomás Granados Salinas, gerente editorial del FCE, abordaron los aciertos del libro de más de 500 páginas sobre la obra poética y ensayística de Paz (DF, 1914-1998).
Desfases y contradicciones
Stanton agregó que el homenaje que trató de rendir al premio Nobel de Literatura 1990 fue leerlo contra sus propios presupuestos. Octavio Paz pensaba que su obra era un gran sistema, una totalidad donde los ensayos y la poesía se comunicaban, se reflejaban. Yo parto de un supuesto distinto: ver los desfases, las contradicciones entre la obra poética y la ensayística. El resultado es que salen ganando el Paz poeta y el ensayista
.
La metáfora del río reflexivo en este libro, con más de 20 años de investigación y escritura y coeditado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) y El Colegio de México (Colmex), “trata de expresar el gran diálogo de la obra de Paz entre sus dos grandes vertientes: la poesía y el ensayo, que están desde el principio en un diálogo porque el poeta y el ensayista no son idénticos, no están de acuerdo (…) Hay una escisión fascinante. Esa relación conflictiva persiste en toda la obra”, mencionó Stanton.
“El ensayista sí tiene una precocidad de la cual carece el poeta. El ensayista muy pronto se da cuenta de lo que quiere hacer como poeta, pero como poeta es incapaz de hacerlo (…) Me fascinó desde el principio ver que hay un pensador lúcido, crítico, reflexivo y un poeta que oscila entre seis, siete, ocho tipos de poesía distintos.”
El autor destacó que en Paz “es muy llamativo el proceso de diálogo con los demás. Como poeta, desde el principio fue un gran lector de otros poetas y, desde luego, de ensayistas, de filósofos, de pensadores (…) Tal vez lo más fascinante es su independencia, ese carácter singular que quiso siempre devorar todo, pero no para repetirlo, sino para llevarlo a otro nivel; sintetizarlo y hacer algo propio”.