El acuerdo que el grupo de los cinco países que integran el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (China, Estados Unidos, Rusia, Francia y Reino Unido, miembros permanentes) más Alemania, concretaron con Irán para limitar el programa nuclear de este último, cambiará la configuración de Medio Oriente y perfila una nueva etapa en la relación con Israel, convinieron especialistas.

Este acuerdo es bueno para todo aquel ciudadano realista, no para el Estado teocrático, fundamentalista y fascista de Israel. Basta ver cómo todos los capitales europeos están desesperados por hacer negocios con Irán, afirmó Ángel Guerra al moderar la mesa que integraron Alfredo Jalife y Fernando Sánchez Cuadros sobre el acuerdo nuclear 5+1 con Irán.

Reunidos en Casa Lamm, los especialistas destacaron que este acuerdo debe verse a la luz de la crisis económica y la reconfiguración en curso en la geografía mundial. Se trata, dijo Sánchez Cuadros, de un cambio de época, resultado de la crisis del modelo neoliberal, capitalista. De su capacidad de reproducción del sistema económico.

A su vez, Alfredo Jalife destacó que con este acuerdo Irán tenga acceso a más de mil millones de dólares depositados en diferentes cuentas alrededor del mundo que habían sido congeladas, y a pesar de que tendrá que invertir mucho en su población juvenil –la mitad con menos de 25 años– y atender otros problemas que la habían asfixiado por las restricciones económicas, pasará de ser una de las 20 mayores economías del mundo a una de las 10 principales, a lo que se agrega su posición como potencia gasera.

Los especialistas destacaron que entrar a una etapa de desnuclearización significa asegurar la paz del mundo, además de que este acuerdo es el inicio de la reconfiguración de Medio Oriente, en el que aún hay seis guerras regionales.

A partir de este fractal se puede dar el reordenamiento internacional; cuando se reúnen seis potencias se puede pensar que van en el camino correcto No va a resolver las guerras en el mundo pero puede crear elementos para una nueva cartografía en Medio Oriente, aseveró Jalife.

Las potencias mundiales del Grupo 5 más 1 alcanzaron un acuerdo a principios de año con Irán sobre su programa nuclear, lo que derivó en un pacto definitivo el 30 de junio pasado. Con ello, Irán podrá enriquecer uranio, pero no al grado de poder construir una bomba atómica.

El acuerdo considera un control escalonado sobre su programa nuclear con inspecciones en el terreno mediante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), a cambio del levantamiento de sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas, explicaron los especialistas.