Lunes 17 de agosto de 2015, p. 35
Los subsidios gubernamentales no acabarán con el hambre en México
, destacaron en el Senado expertos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), de la Universidad Autónoma de Chapingo, así como pequeños productores, que demandaron un cambio en las políticas de gobierno, pues han provocado una baja en la producción de alimentos.
Al participar en el Foro internacional para fortalecer la agricultura familiar, campesina e indígena, convocada por la comisión de Desarrollo Rural del Senado, el delegado de la FAO, Fernando Soto Baquero, subrayó que uno de los principales retos en México es vincular sus políticas social, productiva, laboral y ambiental, para fortalecer la agricultura familiar e indígena y que se convierta en un instrumento para abatir el hambre y la pobreza. Resaltó que existe alerta en el mundo pues hacia 2050 se requiere producir más de 5 mil millones de toneladas de alimentos para 9 mil 300 millones de personas, pero se cuenta con menos tierra, agua y biodiversidad.
A su vez, el presidente de la comisión de Desarrollo Rural, el perredista Fidel Demédicis, denunció que en México mueren 30 personas cada día por hambre o enfermedades asociadas a una mala alimentación.
En tanto, Juan Manuel López Arroyo, de la Sedesol, coincidió en la necesidad de enfocar programas a los pequeños productores, articular los programas y las dependencias para utilizar de manera más eficiente los recursos, a fin de atender a la población.
Cassio Luiselli, del Rimisp, consideró: Se requieren políticas públicas que atiendan partes críticas en la cadena productiva, como el acceso de los productores agropecuarios a supermercados, pues en América Latina un 60 por ciento de las personas acuden a ellos
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