Tras multas por 8 millones de pesos, 42 procedimientos administrativos abiertos por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el acuerdo de retirar del mercado 201 especies, entre ellas 18 con algún tipo de riesgo, la cadena de tiendas Maskota rechaza haber comercializado ilegalmente con algún ejemplar de vida silvestre o en riesgo.

La cadena, fundada en 1994, cuenta actualmente con 300 tiendas en todo el país, de las cuales la mitad incluye el comercio de mascotas de todo tipo, desde perros (la venta principal), roedores, peces, patos y conejos, hasta pericos –como el de collar o arlequín–, los cuales generalmente se exhiben a la entrada de los locales. También vende alimentos y accesorios.

En medio del escándalo tras casos de maltrato animal por trabajadores en Hidalgo, Maskota enfrenta desde el año pasado inspecciones de la Profepa que el año pasado derivaron en la apertura de 42 expedientes administrativos en 20 estados, incluida una clausura a su principal centro de distribución. Asimismo se decomisaron especies e incluso se encontró la venta de varias incluidas en la norma 059 (que enlista los ejemplares de vida silvestre que están amenazadas o en riesgo de extinción), según la Profepa.

El presidente del consejo de administración de la empresa, Murry Tawil, rechaza que se vendan especies prohibidas o que alguna vez hayan comprado ejemplares de modo ilegal, y asegura que se compran en criaderos. Indica en entrevista que la principal razón por la que fueron sancionados por la Profepa fue por la posibilidad de rastreo; es decir, que si compraron un paquete de peces deben acreditar con factura la legal procedencia de cada ejemplar en las tiendas.

La empresa tenía algunas irregularidades. “Por un mal manejo administrativo no había constancia de donde habían adquirido los ejemplares, por lo que de 48 procedimientos en 28 se impusieron sanciones y dentro de éstos se aplicaron multas por 8 millones de pesos, explica el subprocurador de Recursos Naturales, Ignacio Millán.

Agrega en entrevista que el problema de esta empresa fue básicamente no acreditar la procedencia legal, ellos compraban un paquete completo de ejemplares y lo distribuyen a los centros, no se sabía adónde iban a dar, se presumía un mercado que no estaba debidamente documentado.

Las tiendas Maskota comercializaron especies incluidas en la norma 059, en categoría de amenazadas, sujetas a protección especial y en peligro de extinción, o consideradas exóticas invasoras. Cuando se clausuró su centro de distribución se aseguraron 665 ejemplares de vida silvestre incluidos en esa norma, informó en marzo la Profepa. Y esto, pese a estar documentado, lo rechaza Murry Tawil.

En marzo pasado, tras las inspecciones que se realizaron, Maskota acordó con la Profepa retirar de sus tiendas en todo el país 47 especies nativas de México, 18 de las cuales se encuentran enlistadas en la norma 059, informó la dependencia. Explicó que también dejaba de vender 154 variedades exóticas, de las cuales 138 son consideradas invasoras por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

El acuerdo fue que a principios de agosto en las tiendas se dejarían de vender en total 201 especies, entre las cuales hay 117 de peces, 35 tipos de aves, como loros cabeza roja y amarilla y perico atolero. Además, 24 de reptiles, 17 de anfibios, cuatro de crustáceos, dos de roedores y dos de invertebrados. Entre las especies mexicanas que se dejarán de vender están guacamaya roja y verde; loro cabeza amarilla, loro viejito y perico azteca. Las especies invasoras que quedarán fuera de venta son loro gris, pitón regio, cacatúa, serpiente rey.

La cadena es de capital nacional, dice Tawil, 70 por ciento de las ventas de animales son de perros, y en 21 años habrá vendido unos 30 mil. Sostiene aunque la venta de especies exóticas es mucho menor, hay gente que le gustan.