Los cheques se guardan en un archivo; tenemos una colección
, dice la diplomática Vidal
alquilerde Guantánamo
Viejos conflictos salen a la luz con la normalización de las relaciones entre ambos países
Lunes 17 de agosto de 2015, p. 22
La Habana.
Josefina Vidal recibe de Estados Unidos un cheque anual de 4 mil 85 dólares por el alquiler
de la base naval estadunidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba.
Pero el gobierno cubano se niega a cobrar los cheques, expedidos a un tesorero inexistente, porque considera ilegal la ocupación estadunidense de Guantánamo.
El ex presidente Fidel Castro solía meterlos en un cajón y Vidal asegura que ahora están guardados en archivos como un documento histórico
, un símbolo de la rivalidad entre los dos países durante más de medio siglo.
Yo los recibo año tras año
, dijo a Reuters en entrevista Vidal, directora general para Estados Unidos del ministerio cubano de Relaciones Exteriores y su negociadora principal en las conversaciones bilaterales con Washington. Se guardan en los archivos. Tenemos una colección
.
Ahora que los dos países están dejando atrás su rivalidad de tiempos de la guerra fría y restauran sus relaciones diplomáticas, muchos viejos conflictos bilaterales salen a la luz para ser negociados.
Ambas partes ven posibilidades de lograr rápidos avances en algunos asuntos relativamente simples, pero otros tomarán años o podrían no solucionarse nunca.
Por un lado, Cuba quiere de vuelta los 116 kilómetros cuadrados de terreno en la Bahía de Guantánamo, en el este del país.
También quiere el fin del embargo económico de Estados Unidos, acabar con las señales de radio y televisión con programación anticomunista emitidas hacia Cuba y el fin de los programas para la democracia
financiados por Estados Unidos y que, según Cuba, buscan derribar al gobierno.
La administración del presidente estadunidense, Barack Obama, afirma que Guantánamo no es parte de la discusión, y que su objetivo de levantar el embargo enfrenta fuerte oposición dentro del Congreso, controlado por los republicanos.
Washington también presionará a Cuba en asuntos de derechos humanos, democracia y otras libertades personales.
Vidal reconoce las dificultades por delante, pero asegura que Cuba está dispuesta a tratar todos los asuntos, sin importar lo duros que sean.
Las dos partes fijarán sus prioridades y calendarios respecto de una serie de asuntos, con una comisión bilateral que se reunirá por vez primera en septiembre.
Vidal dijo que Cuba está dispuesta a hablar de áreas de conflicto, como los 5 mil 913 reclamos de estadunidenses cuyas propiedades fueron nacionalizadas tras la revolución de 1959 que llevó a Fidel Castro al poder.
Las partes empezarían las conversaciones intentando zanjar una gran brecha: una ley cubana liga las negociaciones sobre reclamos de propiedad a los propios reclamos de Cuba por los daños causados por el embargo y otras agresiones estadunidenses.
Vidal señaló que los daños superan 300 mil millones de dólares hasta el año 2000, cantidad muy superior al valor de las propiedades reclamadas por estadunidenses o de lo que Washington pensaría jamás en pagar.
En el asunto más sensible de las reformas políticas, Vidal dijo que Cuba no cederá en nada para frenar a los opositores de línea dura de Obama en el Congreso de Estados Unidos o a los exiliados anticastristas de Miami.
Hagamos lo que hagamos, o dejemos de hacer lo que dejemos de hacer, esas personas van a pedir más y más porque no quieren el bien del pueblo cubano. Lo que quieren es revancha
, declaró.