Atenas.

Grecia entró este miércoles en la cuenta regresiva para la aprobación de su tercer programa de rescate. Mientras el Parlamento se prepara para votar este viernes el acuerdo técnico, el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, anunció la convocatoria de una reunión de ministros de Finanzas para ese mismo día.

Durante la cita se decidirá sobre el acuerdo alcanzado esta semana entre Grecia y sus acreedores, que prevé ayuda por 85 mil millones de euros a cambio de nuevas reformas y recortes. La convocatoria de reunión del Eurogrupo se considera indicio de que no hay trabas para aprobar el acuerdo.

Incluso Berlín, que ha sido reacio a aceptar los esfuerzos griegos, valora positivamente el pacto. La dirección del acuerdo es la correcta, aseguró el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert.

Grecia debe recibir una inyección económica para hacer frente al nuevo pago de 3 mil 200 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE) el 20 de agosto.

Según el memorando al que tuvo acceso Dpa, Grecia se comprometería a cambios en sus sistemas de pensiones, fiscal, sanitario y judicial, además de controlar el gasto. También accedería a rebajar las exenciones de impuestos de carburantes de los agricultores y a elevar la edad de jubilación a los 67 años.

El ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis dijo este miércoles a la BBC que el nuevo acuerdo entre los acreedores y el gobierno del que formó parte hasta hace poco no funcionará; y señaló que su opinión es compartida por su sucesor, Euclides Tsakolotos. Varoufakis defendía una importante rebaja de la deuda griega que los acreedores rechazaron. El programa económico para Grecia contemplado en el acuerdo se basa simplemente en un nivel de deuda insostenible, señaló.