Es un comportamiento más agresivo que amoroso, consideran
Jueves 13 de agosto de 2015, p. 3
Berkeley.
La vida sexual de una especie de pulpo del Pacífico ha sorprendido a los científicos: al contrario de lo que la mayoría hace, los machos y las hembras se aparean mirándose uno al otro.
Además, ponen sus ventosas una sobre la otra y a veces se rodean con los tentáculos, señalaron investigadores estadunidenses en PLOS One.
Sin embargo, creen que el comportamiento es más agresivo que amoroso.
Los primeros pulpos de ese tipo, conocidos como LPSO (siglas de larger pacific striped octopus, pulpo grande rayado del Pacífico) fueron descubiertos en los años 70, pero los científicos no los han podido describir hasta ahora.
Especialistas dirigidos por Roy Cadwell, de la Universidad de California en Berkeley, han investigado ahora en profundidad el comportamiento de esa especie, antes estudiada de forma muy esporádica.
Entre 2012 y 2014 adquirieron en total 24 (13 machos y 11 hembras) animales adultos, pescados por buceadores ante las costas de Nicaragua con los permisos pertinentes. Después los pusieron en acuarios en el laboratorio y los observaron.
Se desconoce el motivo
El comportamiento de esta especie se diferencia en el apareamiento y en la forma de poner huevos, señalan. Mientras otros pulpos se aparean a cierta distancia o el macho sube sobre la hembra, los machos y hembras LPSO se miran cara a cara. Sin embargo, no está claro el motivo. Quizás esa posición permite a las hembras proteger sus huevos con una parte de su cuerpo, consideran.
Los investigadores observaron también que algunas parejas comparten cueva e incluso devoran juntas un animal capturado. También es poco común que las hembras de pulpo pongan huevos inmediatamente. Lo usual es que lo hagan algunas semanas antes de su muerte.
Además, los machos envejecen más rápido que las hembras, señalan los investigadores. Los machos dejan de comer de repente y mueren entre una y dos semanas después. Sin embargo, las hembras viven aún entre cuatro y seis semanas después de su última puesta de huevos. Cuando comienzan a envejecer comen cada vez menos: encogen, no son capaces ya de cambiar tan bien de color y en algún momento mueren.
Como otras especies, los LPSO son capaces de cambiar muy rápidamente de color y aspecto. En la cabeza pueden mostrar rayas, y en el cuerpo puntos.