Ankara.

Estados Unidos desplegó por primera vez este domingo aviones cazabombarderos F-16 para apoyar a Turquía en combates contra el Estado Islámico (EI), la organización religiosa-militar que desde principios de 2014 estabeció un califato en el norte de los países vecinos, Irak y Siria.

El Departamento de Defensa estadunidense desplegó igualmente un contingente de 300 militares en la base aérea de Incirlik, en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, donde estalló una guerra civil alentada desde el exterior, hace cuatro años.

La proximidad de Incirlik a la zona de conflicto facilita a las naves, también conocidas como halcones de pelea, el bombardeo de posiciones del EI en el norte del territorio sirio. Hasta ahora, el cuartel sólo servía para las operaciones de drones artillados, mientras que los F-16 volaban desde Jordania o Kuwait, otros dos aliados militares de Washington en la región.

El detonante de una mayor colaboración de Turquía con Estados Unidos fue el atentado del 20 de julio en Suruc, también en el sur turco, en el que murieron 32 personas. Ankara se había opuesto a un escalamiento de las hostilidades contra el EI por temor a favorecer a los kurdos, que habitan en el norte de Siria, el este de Turquía, el norte de Irak y el oeste de Irán, sin ser reconocidos como un Estado-nación independiente.

Autoridades turcas informaron este domingo que cerca de 400 guerrilleros kurdos murieron en las dos últimas semanas, desde que la fuerza aérea de Ankara comenzó su ofensiva de represalia por los hechos del 20 de julio en Suruc.

En el lado sirio, unas 50 personas murieron en la provincia de Alepo, vecina de Turquía, durante combates entre combatientes del EI y organizaciones armadas que tratan de derrocar al presidente sirio Bashar Assad. Esta versión fue difundida por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que da seguimiento desde Londres al conflicto sirio.

En Afganistán, en tanto, al menos 29 personas murieron en un atentado perpetrado por talibanes en el norte del país, donde la nueva dirección de la organización político-militar derrocada por Estados Unidos en 2001, mantiene su lucha contra el gobierno auspiciado por Washington.