Washington.

El gobierno de Estados Unidos considera que Joaquín El Chapo Guzmán, prófugo de la justicia, sigue en México.

¿Dónde está probablemente más seguro y más protegido? Probablemente en Sinaloa, dijo Chuck Rosenberg, jefe subrogante de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), en referencia al estado en el que nació Guzmán y donde construyó su poderoso cártel de las drogas.

Rosenberg comentó a periodistas que agentes de la DEA están compartiendo información de inteligencia con sus pares mexicanos, pero que hay problemas institucionales en el país que hacen difícil reunir información.

Tenemos fuentes en México con las que podemos trabajar de cerca. No se extiende a todo el gobierno, dijo.

La agencia antidrogas del vecino país anunció ayer la apertura de una línea de denuncia telefónica gratuita y la cuenta de correo electrónico [email protected].

Rosenberg ha dicho que El Chapo destruye vidas y comunidades en Estados Unidos y México, por lo que su captura es de alta prioridad para la DEA.

“Su fuga representa un peligro para la seguridad de nuestros dos países. La DEA continuará trabajando estrechamente con nuestros colegas mexicanos y ofrecerá la mayor cantidad de recursos posible para garantizar su captura.

En tanto, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), el Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos y el Departamento de Estado participan también en esta búsqueda.

El Departamento de Estado ofrece 5 millones de dólares por información que permita la ubicación de Guzmán.

Estados Unidos pidió su extradición dos semanas antes del escape. Rosenberg añadió que no se sorprendió demasiado al enterarse de la fuga por su antecedente –y primera fuga– en febrero de 2001, igualmente de una prisión mexicana de alta seguridad.