Tigres no concreta jugadas de gol y pierde 3-0 ante River
Jueves 6 de agosto de 2015, p. a39
Buenos Aires.
Tigres se impuso por momentos, pero le faltó lo mismo que a otros equipos mexicanos que llegaron a la final de la Copa Libertadores y la perdieron. Los de la UANL perdieron por 3 a 0 ante River Plate en el Monumental de Buenos Aires, que después de 19 años volvió a ser monarca de la Conmebol.
Ricardo Tuca Ferretti y sus jugadores no consiguieron manejar un partido ríspido, con piernas fuertes y entradas violentas de los hombres del conjunto millonario. Tampoco las adquisiciones felinas, porque ni Pierre Gignac ni Javier Aquino, quien protagonizó un par de jugadas asombrosas y unas pifias imperdonables, lograron marcar la diferencia. Tigres cayó en la trampa y fue devorado por el largo colmillo platense.
Aquino tuvo una clarísima por la izquierda, pero el nerviosismo lo empujó a enviar un centro para Egidio Arévalo, pero el trazo salió fatal.
Y unos minutos después Jürgen Damm hizo una jugada espectacular al recortar dos jugadores y meterse al área local, pero el servicio que envió lo desperdició otra vez Aquino.
El duelo alcanzó momentos de verdadera batalla de entradas severas, junto a una mano desapercibida de José Rivas.
El primer gol lo anotó un jugador que debió ser expulsado por una entrada artera contra Guido Pizarro. En un descuido defensivo, una jugada de Leonardo Ponzio derivó en un centro que remató con arte Lucas Alario al minuto 44. Y las mandíbulas al piso de los hombres del conjunto regiomontano.
Intermedio y oportunidad de enfriar el panorama y pensar mejor el duelo. Pero Tigres volvió desmoralizado, regresó sin filo.
Había esperanza y tiempo para un empate, pero Aquino cometió una falta contra Carlos Sánchez y el árbitro decretó penal al minuto 74, que el propio agraviado convirtió en el 2 a 0.
En un córner Ramiro Funes se alzó por encima de todos y marcó el 3 a 0. Y ahí terminó otro sueño mexicano, que antes tuvieron y frustraron Cruz Azul y Chivas.
Antes del encuentro, fotógrafos argentinos protestaron por el asesinato del periodistas mexicano Rubén Espinosa, con pancartas que decían: Basta de genocidios en México
.