Erradicar el hambre depende de toda la sociedad, no de un gobierno, dice
Persistentes, los indicadores de pobreza en México: FAO
Martes 4 de agosto de 2015, p. 35
Los indicadores de pobreza en el país –que afecta a 55.3 millones de mexicanos, dos millones más que en 2012– se han mantenido muchos años, México tiene un problema de pobreza que atender de siempre
, sostuvo Fernando Soto Baquero, representante en México de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Apuntó que no hay país en América Latina que mida de mejor forma su situación de pobreza
, aunque con el mecanismo de medición de la FAO, que compara la situación de subalimentación de todos los países, en México ya se cumplió el primer reto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: reducir a la mitad la población con hambre.
Sostuvo que en el tema de reducción de la pobreza en América Latina, México no es un caso exclusivo; tiene que ver con el crecimiento económico, con la desigual distribución de ingresos.
La reducción de pobreza que ha habido en algunos países tiene que ver con altas tasas de crecimiento y actualmente hay preocupación con la reducción de estas tasas, acotó en entrevista tras la inauguración del Taller internacional de intercambio de experiencias sobre gestión comunitaria del territorio, gobernanza forestal y vinculación con mercado.
Se refirió a que también debe haber políticas que enfrenten la desigual distribución de los ingresos, así como sistemas de protección social, que en México se procura hacer, pero éstos no son el único elemento, hay factores de carácter estructural
.
No lo calificaría de retroceso
Al preguntarle si no era un retroceso el aumento de la pobreza en el país, que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reportó que pasó de 53.3 millones de personas (45.5 por ciento) a 55.3 millones (46.2 por ciento) entre 2012 y 2014, Soto Baquero respondió: “no lo calificaría como un retroceso.
La sociedad mexicana tiene un tema de pobreza que atender de siempre, realmente los indicadores de pobreza de México se han mantenido durante muchos años
. Apuntó que las mediciones provocan mejores diagnósticos y que el gobierno y los actores de la sociedad mexicana vean qué hacer para revertir esta situación a futuro
.
Apuntó que la erradicación de la pobreza extrema y del hambre no depende de una institución o un programa ni de un gobierno; es de toda la sociedad mexicana, sector privado, movimientos sociales
. Sobre el impacto de la Cruzada Nacional contra el Hambre, sostuvo que no se puede pedir a un programa que resuelva factores estructurales que vienen arrastrándose desde hace mucho tiempo. A juicio nuestro, la dimensión del problema es grande. Tiene que ser atacado de manera conjunta
.
Consideró que es un gran logro que el país tenga sus propios instrumentos de medición y sean respetados por todos los actores de la sociedad.
La medición que México hace con un enfoque multidimensional mejora el diagnóstico de manera tal que la política pública de México pueda atender mejor a las personas
, dice. Con esta medición es posible mejorar los diagnósticos y apuntar mejor la política pública.