Atenas.

Los acreedores de Grecia presentaron nuevas exigencias para reducir el gasto público griego y exigieron la anulación de nuevas contrataciones en el servicio público para acceder a un crédito de 86 mil millones de euros, mientras el ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis afirmó que la intención de la troika es imponer su voluntad en todas partes, pero sobre todo en Francia, que también tiene una voluminosa deuda externa.

El periódico To Vima (La Verdad) informó que los acreedores también pidieron un aumento de los impuestos a las navieras y la eliminación de ventajas impositivas para campesinos.

Estas peticiones se hicieron durante las pláticas que comenzó la administración del primer ministro, Alexis Tsipras, el jueves pasado en la capital griega, con representantes de los acreedores: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, la antigua troika, ahora conocida como las instituciones.

En círculos allegados a las partes negociadoras se espera que las conversaciones terminen a mediados de agosto.

Varoufakis aseguró en entrevista que publica este domingo el diario madrileño El País que el objetivo de Alemania es imponer la troika en todas partes, Madrid, Roma y sobre todo en París, su premio gordo.

En la última semana, medios europeos informaron de un plan del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, para limitar las competencias a la Comisión Europea, algo que el organismo en Bruselas se abstuvo de comentar.

De acuerdo con Varoufakis, quien renunció el mes pasado por presiones de los acreedores, Schauble quiere dejar de lado a la comisión y crear una autoridad fiscal con capacidad para echar abajo presupuestos nacionales, incluso en países que no están bajo programa, dijo.