La economía mexicana presenta una recuperación relativamente leve, que la llevará a un crecimiento de 2.5 por ciento para el cierre de 2015, porque hay un entorno exterior menos favorable, que se suma a una confianza debilitada dentro del país, y una baja en la producción de crudo, afirmó FitchRatings.

Para el periodo 2016-2017 el crecimiento de la economía podría ser de 3 por ciento si se generan mejores condiciones de demanda externa, si las condiciones del peso frente al dólar mejoran y si el gobierno mexicano hace los anuncios que se esperan sobre licitaciones de la ronda uno en aguas profundas y la inversión extranjera se dirige al sector petrolero, gasífero y eléctrico, puntualizó la calificadora.

FitchRatings señaló que México ha sido afectado por el declive de los precios del crudo y la producción; el crecimiento económico moderado de Estados Unidos y la volatilidad financiera, pero consideró que las autoridades mexicanas han sido proactivas a través de medidas como el recorte al gasto realizado este año, el anuncio de un nuevo recorte para 2016 para reforzar la confianza en las finanzas públicas particularmente dependientes de los ingresos petroleros.

El entorno exterior menos favorable, en conjunto con la confianza debilitada en el interior del país y la reducción en la producción de petróleo, pesa sobre el crecimiento a corto plazo, señala. Consideró acertado que las autoridades hayan permitido que el peso se debilite a fin de adaptarse al escenario exterior nuevo, y que como complemento se aplicaran normas de intervención bancaria para contener la volatilidad del tipo de cambio.

Los riesgos para no generar las condiciones necesarias para que el país crezca 3 por ciento en los próximos dos años, acotó, se perciben si el rendimiento de la economía de Estados Unidos fuera bajo, se incrementara la volatilidad financiera, la producción de crudo continuara a la baja y el país no lograra recuperar inversiones y confianza.

Señaló que hay avances notorios en el desarrollo de reformas como la de telecomunicaciones con la reducción de tarifas, y el anuncio de inversiones de operadores entrantes y de los ya establecidos en el país.

Sin embargo, como parte de la reforma energética los resultados obtenidos en las primeras licitaciones de la ronda uno para aguas someras son inferiores a lo anticipado, lo que indica retos en la ejecución del proceso, especialmente ante los bajos precios del crudo.

Las expectativas de la calificadora están puestas en el anuncio de licitaciones que el gobierno mexicano deberá hacer en lo que resta del año para aguas profundas, así como la oportunidad para la participación de inversión extranjera directa en el sector petrolero, de gas y electricidad entre 2016 y 2017.

Fitch consideró que la estabilidad de la macroeconomía mexicana es sólida; confió en que las autoridades tomen las acciones necesarias para mantener la estabilidad financiera y la credibilidad de sus políticas, pero advirtió como factores de riesgo la falta de efectividad en el recorte al gasto y la reducción más acelerada en la plataforma de producción petrolera.