Fechado en 1939, fue rechazado por The Saturday Evening Post
perdidode Scott Fitzgerald
Fue hallado en un archivo de la Universidad de Princeton por el editor de The Strand Magazine, donde se dará a conocer el cuento
Domingo 2 de agosto de 2015, p. 4
Nueva York.
Un año antes de que F. Scott Fitzgerald muriera por un infarto, escribió un cuento sobre un escritor bebedor al que le diagnostican una enfermedad cardiaca.
“Y en cuanto a esa artimaña de ‘cualquier coincidencia con algún personaje de la realidad es coincidencia’ no tiene caso intentarlo”, advierte Fitzgerald al comienzo de Temperature, cuento de 8 mil palabras fechado en julio de 1939 que será publicado por primera vez en el número actual de la revista literaria trimestral The Strand Magazine.
Por décadas se pensó que estuvo perdido. Temperature fue escrito cuando el autor famoso por El gran Gatsby tenía problemas para encontrar empleo en el cine y esperaba revivir su carrera en la literatura. Su contrato para escribir guiones con MGM había expirado y en 1939 había sido hospitalizado dos veces por su alcoholismo.
Se sentía anacrónico y trataba de encontrar una voz que no remitiera a la época del jazz
, dijo Kirk Curnutt, autor de The Cambridge Introduction to F. Scott Fitzgerald en un correo electrónico reciente. Para eso experimentó con tonos de novela policiaca y con comedia sardónica.
El cuento se desarrolla en Los Ángeles; es una historia disparatada de fracaso, enfermedad y decadencia, temas comunes en la obra de Fitzgerald. La narrativa es conscientemente cinematográfica, con líneas como en este momento, como dicen en los guiones, la cámara entra a la casa
. El protagonista, un escritor de 31 años llamado Emmet Monsen, a quien Fitzgerald describe como notablemente fotogénico
, además de delgado y oscuramente apuesto
. Alrededor del autodestructivo Monsen hay médicos, asistentes personales y una actriz de Hollywood y amante distanciada, que se aleja cada vez más.
Entre rarezas
Andrew F. Gulli, editor de The Strand, se encontró con el manuscrito este año cuando buscaba libros raros y archivos en el alma máter de Fitzgerald, la Universidad de Princeton.
Fitzgerald... no pudo evitar usar sus habilidades satíricas para burlarse de todos, desde los médicos hasta los ídolos de Hollywood y las normas de la sociedad
, dijo Gulli sobre el cuento. “Cuando pensamos en Fitzgerald tendemos a evocar las novelas trágicas que escribió como Gatsby y Suave es la noche, pero Temperature muestra que era un cuentista igualmente experto y altamente calificado que podía escribir historias de gran comedia.”
Los cuentos de Fitzgerald habían sido presentados en Collier’s, The Saturday Evening Post y otras revistas, pero para finales de la década de 1930 ya no tenía muchos seguidores y estaba inconforme con su agente literario, Harold Ober, quien lo había ayudado económicamente antes. En una carta escrita a Ober, en agosto de 1939, Fitzgerald dice que se siente tan ignorado que ha enviado por sí mismo Temperature a publicaciones, el cual fue rechazado por el Post.
Enviar un cuento directamente podría ser una mala política, pero uno no considera eso cuando vive del dinero de un Ford empeñado
, le dijo a Ober. No tengo que explicar eso, a pesar de que cuando un hombre ha evitado que otro se ahogue y se niega a dar su brazo por segunda vez la víctima tiene que actuar rápida y desesperadamente para salvarse.
Curnutt estaba maravillado al saber que todavía existe una copia de Temperature y dijo que es un gran
descubrimiento. Los biógrafos de Fitzgerald catalogan el cuento (a veces descrito como The Women in the House) como inédito; en el libro especializado Critical Companion, de 2007, es descrito como perdido: mencionado en correspondencia, pero sin una transcripción o manuscrito que haya sobrevivido
.
Fitzgerald calificaba a Hollywood de ciudad horrorosa
, pero también de la historia de toda la aspiración
. Fue el escenario literario del autor para el resto de sus días. A comienzos de 1940 presentó sus autocríticos cuentos Pat Hobby, despachos sobre un guionista fracasado que fueron publicados en Esquire. También trabajó en una novela sobre Hollywood que dejó inconclusa, The Love of the Last Tycoon, publicada póstumamente como El último magnate. Fitzgerald murió en diciembre de 1940 a los 44 años.