París.

El británico Chris Froome conquistó su segundo Tour de Francia este domingo con un recorrido simbólico en la última etapa para concluir una competencia de tres semanas en la que debió esforzarse para mantener a raya el ataque del colombiano Nairo Quintana, quien acabó en la segunda posición.

Entre los aplausos en los Campos Elíseos y bajo un cielo nublado, Froome, tercer británico que gana la prueba en sus 112 años de existencia, tomó las cosas con calma en la etapa 21, ya que el día anterior había resistido la embestida de Quintana en la última escalada en los Alpes.

Froome totalizó 83:19.15 horas para los 3 mil 360 kilómetros y vistió el maillot amarillo desde la séptima etapa.

Al igual que en 2013, cuando Froome ganó la prueba por primera vez, Quintana quedó en segundo puesto, aunque en esta ocasión el margen fue mucho menor, un minuto y 12 segundos, el más apretado desde 2008.

El español Alejandro Valverde, compañero de Quintana en el equipo Movistar, alcanzó el podio por primera vez, ya que el año anterior finalizó cuarto. Quedó a 5:25 minutos del ganador.

El italiano Vincenzo Nibali, campeón en 2014, no pudo defender con éxito el maillot y terminó cuarto (a 8:36), en tanto que el español Alberto Contador, ganador en París en 2007 y 2009, concluyó quinto (a 9:48).

La lluvia fue protagonista de la jornada y la carretera resbaladiza obligó a la dirección de la carrera a neutralizar la prueba tras el primer paso por la línea de meta (en las 10 vueltas que se dieron al circuito de los Campos Elíseos, en el año en el que se cumple el aniversario 40 del primer final del Tour en la capital francesa).

Esto garantizó la victoria de Froome en tanto cruzara la línea de meta. Tuvo que completar los 10 giros para cubrir la distancia completa de la etapa, pero pudo hacerlo sin presión sabiendo que el título le pertenecía. Ni siquiera la preocupó que una bolsa de papel se le enredara en la rueda trasera (que le lanzó algún espectador), simplemente se detuvo y cambió de bicicleta.

Tampoco tuvo que acelerar cuando los competidores lanzaron un sprint al final para conquistar la última etapa. Andre Greipel se la llevó para lograr su cuarta etapa de la prueba y amarrar el sexto puesto del Tour.

El ritmo era tan ligero que Froome tuvo tiempo para levantar una copa de champaña y detenerse para ponerse una prenda contra la lluvia debajo de la camiseta amarilla.

Froome y sus compañeros cruzaron la meta al mismo tiempo con los brazos colocados en los hombros del otro mientras el británico sonreía en el centro del grupo.

La última etapa fue precedida de un incidente. La policía disparó a primera hora de la mañana contra un coche que atravesó sin permiso el cordón de seguridad desplegado en la meta.

Los agentes quisieron controlar al conductor en la plaza de la Concordia, pero el conductor no se paró y la policía abrió fuego contra el vehículo.

El hombre que conducía el coche logró escapar sin dejar heridos y la policía sospecha que estaba ebrio.