Resultado de los talleres impartidos en el Núcleo Integral de Composición (Nico), que dirige el músico Enrico Chapela, se estrenarán 11 piezas de música contemporánea, compuestas por igual número de jóvenes músicos, el próximo primero de agosto en un concierto que ofrecerá el reconocido ensamble de percusiones Tambuco, que se realizará en la sala Blas Galindo, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Ese día se pondrá en circulación también el álbum Endekaleidos, con el sello Urtext, que integra las 11 obras, mismas que conforman un brillante y variado caleidoscopio en términos de lenguaje musical, explica Chapela.

Dicho mosaico integra una pieza para cuarteto de marimbas, titulada Relevos, cuyo lenguaje musical es tonal y tradicional. Exhalación nocturna es el título de otra de las obras, inspirada en un poema de la autora maya Marisol Ceh Mool, el cual fue grabado, y con base en ese audio se compuso la pieza.

También incluye una pieza con influencia de jazz latino y otra titulada Rueda dentada, una meditación sobre la muerte. Vórtice es una pieza inspirada en un tornado: El compositor se puso a investigar cómo funcionan los tornados, sus velocidades, fuerzas y etapas, y construyó una obra que narra la creación, avance y muerte de este fenómeno.

Cenizas blancas es una pieza autobiográfica que evoca la trágica y lamentable explosión en San Juanico y del nacimiento del propio autor. Al momento de la explosión, cuenta Chapela, la mamá del compositor estaba embarazada y al acudir al hospital se encontró con que estaba llenos por lo que tuvo que esperar su turno, lo cual causó cierta complicación en su parto.

Yugen es una pieza que encuentra su inspiración en la filosofía japonesa wabi-sabi, que según tengo entendido, dice Chapela, busca la belleza en lo oxidado o avejentado.

Esta obra es para vibráfono solo, a ocho manos. Se colocan dos intérpretes adelante y dos atrás, lo que implicó desafíos técnicos, pues se tuvo que pensar en que no se estorbaran las ocho manos; además, quienes están del lado de las teclas negras (los sostenidos y los bemoles) leen las notas al revés”.

Eco, el desdoblamiento del ser, aborda el mito de Narciso. Musicalmente se produce un sonido cuyo eco se va distorsionando. La pieza Mano de obra tiene que ver con una serie de herramientas de construcción utilizadas como instrumentos: martillos, serruchos, seguetas, lijas, botellas. Es una obra muy polirrítmica y la más teatral de las piezas.

Otra de las composiciones integra ritmos colombianos, como la cumbia y el bullerengue; una más, cuya sutil musicalidad se va transformado al utilizar metales a maderas.

Las piezas fueron escritas por los jóvenes compositores Marilú Niño Prieto, Juana Urrusti, Emiliano Suárez, Ernesto Góngora, Antonio Flores Castro, Jean Angelus Pichardo, Andrés Guadarrama, Rodrigo Espino Mendoza, Jimena Castellanos, Mateo Nossa y Aldo Mombera.

De acuerdo con Chapela, todavía es un reto generar un público para la música contemporánea. Lo anterior, dice, porque a lo primero que hay renunciar es a la capacidad de predecir, es decir, a esperar escuchar lo conocido y reconocido musicalmente.

Con entrada libre, el concierto será el primero de agosto a las 19 horas, en la sala Blas Galindo, del Cenart (Río Churubusco y Calzada de Tlapan).