El pasado lunes falleció en La Habana, Cuba, el doctor Emilio Villa Acosta, fundador y director del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren). El especialista, profesor de ciencias médicas, promovió e impulsó en los pasados 20 años el desarrollo de investigaciones para lograr una mejor comprensión del cerebro y sus funciones a fin de controlar enfermedades como Parkinson y la parálisis cerebral.

En el Ciren se desarrolló la infraestructura física y tecnológica para comprobar la capacidad del organismo de regenerarse a nivel neurológico y recuperar funciones perdidas a causa de Parkinson y otros males, como los accidentes cerebro vasculares (embolias). En años recientes el centro también incursionó en el tratamiento del autismo.

Mediante técnicas quirúrgicas y terapias de rehabilitación intensivas diseñadas y desarrolladas en la isla, el Ciren ha logrado la recuperación de pacientes de diversos países, México incluido. En otros casos, por lo menos se retrasa la progresión del deterioro neurológico de los pacientes.

Villa Acosta, quien tenía 69 años, fue el responsable de los programas del Ciren y se encargaba de difundir los logros de la medicina y ciencia cubanas en foros internacionales. Por su labor, es reconocido como un ejemplo de consagración humana.

El especialista, con grado de pediatra, también encabezó el programa antienvejecimiento, del cual surgió la empresa Rebioger, reconocida a escala global. Los científicos cubanos demostraron que los seres humanos pueden aspirar a una larga vida. Para ello, desarrollaron métodos de detección temprana de las señales de envejecimiento prematuro, para prevenirlas o corregirlas.

El programa Rebioger también se desarrolla en las instalaciones del Ciren. Las personas que acuden son sometidas a una serie de pruebas clínicas, físicas y de laboratorio para conocer su nivel de estrés oxidativo, es decir, el grado de afectación de su organismo a causa del estrés, enfermedades u otros factores que son causa de envejecimiento prematuro.

De acuerdo con los resultados, los pacientes se someten a un tratamiento que va desde la actividad física, la alimentación y estilos de vida saludable, hasta el consumo de productos desarrollados en el Ciren, coadyuvantes en la regeneración celular.

Estos y otros logros no se pueden entender sin el trabajo activo y comprometido de Emilio Villa Acosta, a quien también se reconoce por su participación en la creación del Polo Científico de Cuba y el desarrollo de la industria biofarmacéutica.

Durante su trayectoria fue merecedor de varios reconocimientos, entre ellos, el de Cuadro Destacado del Ciren y Cuadro Destacado del Sistema Nacional de Salud.