El arte debe funcionar como una trinchera desde la que todavía podamos dialogar unos con otros, expresa el curador independiente Carlos Aranda Márquez, entrevistado con motivo de Las leyes naturales de la entropía, exposición colectiva de pintura, escultura, fotografía, dibujo y video, montada en la Galería Metropolitana (GM), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Desde hace 20 años el también maestro de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda cree que la cultura, entendida en su término más amplio, es la primera trinchera para sostener este intercambio de ideas. Entonces, cuando el gobierno de México de pronto anuncia que por ser año electoral se van a recortar los programas sociales y el apoyo a la cultura, uno saca conclusiones de lo que sucede. El arte sí refleja este malestar general.

Las leyes naturales de la entropía es un proyecto que nació en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (Maco), donde ocupó casi todo el recinto. Entre los posibles temas de la muestra se impuso el de la política, ya que Oaxaca es hasta la fecha un volcán de problemas de diferentes índoles que convergen siempre en lo político, señala Aranda Márquez, a quien le interesaba qué habían hecho los artistas en medio de ésta vorágine.

Es decir, qué hechos habían tomado de la política como eje de sus preocupaciones formales, pero también qué habían hecho los artistas a quienes no les interesaba participar directamente en la lucha política o en lo que había ocurrido en 2006.

Concluida su exhibición en el Maco, el curador la propuso a la GM, instancia que en un par de ocasiones lo había invitado a presentar proyectos. Tras ser aprobado por el comité curatorial, hubo que ajustarlo a la escala de la galería. Se trata, de hecho, de una nueva exposición, con obra diferente, incluso, artistas distintos. Se han agregado, por ejemplo, a José Villalobos, Luis Zárate y Rubén Leyva.

Mientras la del Maco contó con 24 artistas, en la GM son 26, aunque ocho pertenecen al grupo 8 Colectivo. Por decisión mutua, los expositores crearon obras nuevas, muchas de las que Aranda Márquez conoció hasta el día que llegaron a la GM:Fue deslumbrante, nadie me decepcionó. Aquí la premisa de la exposición era al revés, es decir, explicar a las personas de la ciudad de México qué pasa en Oaxaca en términos de arte contemporáneo.

No están todos los que son

Según el entrevistado, a pesar de que “no están todos los que son, los que sí están hablan muy bien de lo que sucede en Oaxaca. Es decir, faltan escultores, una de las piezas comisionadas no está. No importa, pero lo que hay habla de tensiones. Es decir, el tema político no se ha soslayado. Está presente en la pintura de Mario Guzmán, en Memorial de agravios, y en varios videos”.

Si hay mucho video en la muestra se debe al auge en esta disciplina en Oaxaca, así como en la escultura. Hay pintura para crear tensiones respecto de qué pueden hacer los artistas jóvenes en Oaxaca frente a la pintura que allí se produce.

Entre lo que acontece en Oaxaca, “los museos han empezado a competir más. El Museo de Pintores Oaxaqueños abrió una sala de artistas jóvenes y exhibe mucha pintura del resto del país, de manera más agresiva. El Maco también ha incrementado sus preocupaciones con los temas políticos. Hasta hace poco se reproducía en la pared de entrada un poema de David Huerta (era leído en una grabación en loop) sobre la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa”. La exposición de la GM incluye la pieza en barro negro y terracota Pensamiento mexicano sobre Ayotzinapa, de Carlomagno.

Para Aranda Márquez, la exhibición pregunta, ¿qué podríamos proponer como personas que participamos de los problemas, no sólo en Oaxaca, sino en el país, como las guerras contra el narcotráfico, contra la pobreza y contra la mujer, que ya son problemas muy graves.

Las leyes naturales de la entropía permanecerá hasta el 25 de julio en la Galería Metropolitana (Medellín 28, colonia Roma).