Ante el avance de las obras para la construcción del tren interurbano México-Toluca, que tiene previsto su paso por el poniente de la ciudad, pese a que con ello deban desaparecer casas, escuelas, comercios, mercados, una iglesia y el panteón de un pueblo, Vecinos Unidos de Santa Fe presentaron alternativas para cambiar el trazo del proyecto, calificado por el senador Alejandro Encinas Rodríguez como el segundo negocio más grande del gobierno federal a cargo de Enrique Peña Nieto.

La propuesta es desviar la ruta seis kilómetros con el fin de que no pase por el pueblo de Santa Fe, localizado en la delegación Álvaro Obregón. Los pobladores, que han emprendido una larga lucha, realizaron el segundo foro El tren México-Toluca, en el cual aclararon que no van a ceder.

Por su parte, el senador, Alejandro Encinas Rodríguez explicó que la obra es sólo un gran negocio el cual se adjudicó a las mismas empresas beneficiadas en el estado de México (Higa y OHL), aquí lo que se pretende es imponer está visión tolucocentrista del gobierno federal, de desarrollar una megaentidad al margen de afectar el patrimonio, intereses, recursos naturales de las familias, de las comunidades en el Distrito Federal y el estado de México.

Los vecinos señalaron que pese a la cercanía del proyecto no permitirán que se den expropiaciones o se compren terrenos. Manifestaron que pese a las diferentes solicitudes de información a casi un año del anuncio no se les ha mostrado el proyecto ejecutivo y tampoco se les ha consultado, como lo establece la ley para realizar este tipo de obras.