El Gobierno del Distrito Federal (GDF) cuenta con 154 programas sociales, de los cuales en 72 los apoyos se otorgan mediante transferencia monetaria, 41 en especie, 12 en servicios, 11 en especie y servicios, nueve en dinero y especie, ocho en dinero y servicios y uno en especie y subsidio. Asimismo, 28 están a cargo de las secretarías, 25, de los órganos desconcentrados, y 102, de las delegaciones.

Apoyada en diversos indicadores, Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal, aseveró que los programas sociales no sólo han permitido contener, sino revertir los efectos de la crisis económica, la pobreza y la violencia en el bienestar de la población de la ciudad de México.

Arriba en desarrollo humano

Como parte de la presentación del documento Programas sociales: reglas de operación 2015, que por ley publicó la Secretaría de Desarrollo Social, la funcionaria comparó que mientras en el ámbito nacional, en promedio 45.5 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza y 9.8 por ciento en pobreza extrema, en la ciudad de México estos indicadores se ubican en 28.9 y 2.5 por ciento, respectivamente, de acuerdo con las estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Del mismo modo, la funcionaria retomó las cifras dadas a conocer por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, las cuales indican que el Distrito Federal es la entidad con el índice de desarrollo humano más alto del país, y advierten que para que el resto de estados alcancen el nivel de desarrollo de esta ciudad, tendrían que pasar por lo menos entre 20 y 200 años.

Se revisaron y compactaron

Rodríguez explicó que para mantener y fortalecer estos indicadores, el presupuesto asignado por la administración de Miguel Ángel Mancera al gasto social ha sido progresivo, lo que ha permitido continuar con la aplicación de programas exitosos, ampliar su cobertura y crear nuevas acciones.

La secretaria agregó que en estos tres años se hicieron diversas revisiones y se compactaron los programas sociales, con el objetivo de hacerlos integrales y ampliar su cobertura e impacto en la población; en otros casos se reclasificaron como acciones institucionales.