esde que han surgido, con la primera elección de Hugo Chavez, en 1998, se ha empezado a anunciar el agotamiento de los gobiernos pos neoliberales. Buitres de derecha y de ultraizquierda dijeron que no iban a funcionar, que iban a durar poco, que llevarían a los países al caos y dejarían una pesada herencia por su populismo
, etcétera.
Fueron pasando los años y nada de eso pasó. Nunca como en estos años de gobiernos pos neoliberales –a pesar de las duras herencias recibidas del neoliberalismo– han disminuido tanto las desigualdades, la exclusión social, la pobreza y la miseria. La integración regional, como alternativa a los tratados de libre comercio con Estados Unidos, ha avanzado con la ampliación del Mercosur, la construcción de Unasur, del Banco del Sur, del Consejo Suramericano de Defensa y de la Celac, entre otros organismos.
Al lado de esos avances se han intensificado los intercambios económicos regionales, así como los que se han creado en el resto del mundo, particularmente con China y con Rusia.
La constitución del BRICS, con su Banco de Desarrollo y su fondo de divisas, a su vez, permite que América Latina puede tener opciones.
Esos gobiernos han logrado superar las recesiones heredadas de los gobiernos neoliberales, han recompuesto los Estados, recuperado los niveles de formalizacion de los contratos de trabajo. Se han afirmado como el gran polo antineoliberal en el mundo, a contramano de las políticas de centralidad del mercado.
Sin embargo, así como surgieron problemas para dar continuidad a sus politicas, los buitres también levantan cabeza en Ecuador, en Venezuela, en Brasil, en Argentina, en Uruguay, en Bolivia, al volver a anunciar el fin del kirchnerismo, del lulismo, del chavismo, de Rafael Correa, de Evo Morales, del Frente Amplio. Se trata de voces de la derecha tradicional y de la ultraizquierda.
¿Y que es lo que ofrecen como alternativa? La derecha ofrece su modelo neoliberal. Los candidatos que enarbolan el retorno a esos nefastos gobiernos son la opción en esos países, porque la ultraizquierda no tiene nada que ofrecer, salvo palabras, haciendo que la alternativa a los gobiernos pos neoliberales sea el retorno de la derecha.
El fin de un ciclo fue el agotamiento de los gobiernos neoliberales, seguido por la elección de los gobiernos pos neoliberales en la región. En caso de que estuvieran agotados, habría en el horizonte alternativas para su superacion y no solamente de retroceso. Pero lo que se ve, son dificultades internas y externas afectando a esos gobiernos y amenazas de recomposiciones conservadoras, que prometen retorno al modelo agotado del pasado.
Ni la derecha ni la ultraizquierda fueron capaces de construir alternativas a esos gobiernos, cuyas disyuntivas miran siempre hacia el horizonte del futuro, de la superación definitiva del neoliberalismo.