Ginebra.

Uno de los siete dirigentes de la FIFA detenidos en Suiza a finales de mayo pasado aceptó su extradición a Estados Unidos, indicó ayer el gobierno helvético, que espera que la policía del país norteamericano acuda a buscarlo.

La fiscalía del distrito este de Nueva York sospecha, sobre el que consintió ser extraditado, que aceptó y guardó para él sobornos de varios millones de dólares de empresas comerciales deportivas, como intercambio por derechos de comercialización, indicó la Oficina Federal Suiza de la Justicia (OFJ).

Eso afectó a eliminatorias para el Mundial y campeonatos regionales, así como continentales en América del Norte y del Sur, explicó la OFJ, la cual subraya que las prácticas nutrieron financieramente a dos confederaciones continentales de la FIFA y a diferentes asociaciones nacionales.

El detenido, quien pidió que su nombre no fuera revelado, fue escuchado el pasado jueves por las autoridades suizas.

Por otro lado, Mark Pieth, uno de los asesores del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, le sugirió que revelara uno de sus secretos más celosamente guardados: cuánto le paga el organismo.

El experto en la lucha contra la corrupción, reclutado por la FIFA por su experiencia en gobiernos corporativos, dijo que revelar el salario de Blatter demostrará que la desacreditada organización está comprometida al cambio y la transparencia.

Pieth indicó que el dirigente le explicó que hacer esa revelación lo pondría en una situación embarazosa y podría disgustar a sus aliados en la junta de la FIFA, cuya paga también es secreta.

A su vez, el director ejecutivo de Adidas, uno de los principales patrocinadores de la FIFA, considera que el presidente de la UEFA, Michel Platini, es el mejor candidato para suceder a Blatter al frente de la organización.