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La ceremonia mostró el lado heroico del deporte y la multiculturalidad de Toronto

El Cirque du Soleil engalana la inauguración de los Panamericanos

El campeón olímpico canadiense Donovan Bailey saltó en paracaídas desde la Torre CN para aterrizar con la llama olímpica en el estadio

México, una de las delegaciones más ovacionadas

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El contingente mexicano, encabezado por la abanderada Paola Longoria, participó en el desfile al ritmo del Cielito lindo Foto Notimex
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de julio de 2015, p. a13

Toronto.

Con un viaje surrealista por el mundo de los sueños, el lado heroico del deporte y la multiculturalidad de Toronto, que habla 140 idiomas diferentes, comenzó ayer el tercer mayor certamen polideportivo del planeta con un espectáculo impresionante del Cirque du Soleil, que maravilló a los 6 mil deportistas que pelearán medallas y plazas olímpicas hasta el 26 de julio en los decimoséptimos Juegos Panamericanos.

El atardecer en la ciudad canadiense y la Torre CN, considerada hasta 2010 la más alta del mundo, fue el inicio de la justa continental.

A 356 metros de altura, el campeón olímpico local Donovan Bailey saltó en paracaídas para aterrizar con la llama olímpica y posteriormente se descolgó desde el techo hasta el centro del Rogers Centre, donde se reunió con sus compañeros integrantes del relevo 4x100 que ganó la medalla de oro en Atlanta 1996.

El primer salto oficial que se realiza desde la famosa Torre CN, de 553 metros de alto, fue una de las sorpresas que emocionó a los 45 mil espectadores que llenaron las tribunas del estadio cubierto en el corazón de Toronto, la casa de los Blue Rays.

No faltó la ágil explosión de colores en el escenario, los motivos tribales y el ambiente carnavalesco marca de la casa para dar paso al tradicional desfile de los 41 países participantes.

El contingente más numeroso fue el de Estados Unidos, monarca defensor de los juegos. Sus representantes salieron con uniformes de color negro, que contrastó con el colorido y la alegría de brasileños y cubanos.

Acompañada con las notas del Cielito lindo, la delegación mexicana –integrada por 501 atletas–, con su abanderada Paola Longoria, campeona mundial de raquetbol, también se llevó las ovaciones.

Los deportistas enviaban saludos y la mayoría se tomaban selfies. Varios atletas de otras naciones llevaron sus palos de los dispositivos móviles.

El país de la hoja de maple cerró con una impresionante delegación para dar paso al espectáculo acrobático musical del circo más famoso del mundo que cautivó a los asistentes que esperaron cuatro horas para la inauguración.

En las tribunas, el público, que pagó entre 85 y 300 dólares estadunidenses, disfrutó del viaje alocado por el camino que lleva a cumplir los sueños, recorriendo las adversidades y la perseverancia que forjan el carácter de los deportistas, propuesto por la compañía nacida en Quebec hace 31 años.