La Habana.

Los cuatro países garantes del proceso de paz de Colombia llamaron este martes al gobierno de Juan Manuel Santos y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a un “desescalamiento urgente” del conflicto armado en ese país, tras un recrudecimiento de las hostilidades que ha dejado decenas de bajas en semanas recientes.

“Hacemos un llamado a las partes al desescalamiento urgente del conflicto armado”, dijo en esta capital a la prensa el diplomático cubano Rodolfo Benítez al leer un comunicado suscrito por Noruega y Cuba, países garantes, y Chile y Venezuela, naciones acompañantes del proceso de paz, que se desarrolla en la isla desde noviembre de 2012.

Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimientos en Colombia, y a intensificar la implementación de medidas de construcción de confianza, añadió Benítez, acompañado por la diplomática noruega Idun Aarak Tvedt, quien leyó el mismo comunicado en inglés.

Abogaron por un clima propicio que permita a las partes cerrar los puntos pendientes de la agenda, incluyendo la adopción de un acuerdo bilateral y definitivo de cese el fuego y las hostilidades, y lo referido a los derechos de las víctimas.

La delegación negociadora de las FARC agradeció de inmediato el llamado, mientras el equipo del gobierno no formuló declaraciones a la prensa. Las partes volvieron a la mesa el pasado viernes, tras un breve receso, en busca de un acuerdo parcial sobre el punto de la reparación de daños a las víctimas.

El jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, aseguró que la insurgencia desea firmar la paz, pero acusó al gobierno de Juan Manuel Santos de haber incrementado las incursiones militares contra las campamentos de las FARC mientras éstas cumplían una tregua unilateral, que cesaron en mayo luego de un bombardeo en el que fallecieron 27 guerrilleros tras cinco meses de relativa calma.

En otro orden, Santos celebró el anuncio de Venezuela de modificar el decreto 1787, emitido el 26 de mayo pasado, el cual fijaba de manera unilateral los límites marítimos con Colombia.