Aseguran que desde que iniciaron su protesta han sido víctimas de amenazas
Lunes 29 de junio de 2015, p. 9
Ocho presos en diferentes reclusorios del Distrito Federal comenzaron una huelga de hambre indefinida para denunciar irregularidades y exigir mejores condiciones en los centros peniteciarios.
Los ayunantes están en los reclusorios Norte y Sur, así como en el penal de Santa Martha Acatitla. En esta acción participan Bryan Reyes y Jacqueline Santana, los dos jóvenes universitarios que fueron encarcelados desde noviembre pasado acusados de presuntamente haber robado 500 pesos a una policía federal y a quienes recientemente una juez otorgó un amparo contra el auto de formal prisión.
En un pronunciamiento, los presos denuncian que los malos tratos y torturas, así como otro tipo de abusos, son procedimientos comunes
en el sistema penitenciario.
Los presos en ayuno del Reclusorio Norte son: Fernando Bárcenas Castillo, Luis Lázaro Urgell, Julián Barrón López, Irwin García Freyre, Bryan Reyes Rodríguez y José Santiago Hernández; en el Sur, Jessie Alejandro Montaño Sánchez, y en el penal de Santa Marta Acatitla está Jacqueline Santana López. A ellos se sumó en solidaridad Wendy Reyes, hermana de Bryan, quien no está presa.
En el documento, firmado por la Coordinación Informal de Presos en Resistencia, señalaron que en las cárceles no existe reinserción social
, pues en estos espacios se genera y fomenta la fabricación de la delincuencia para su explotación política y económica, convirtiéndola en un negocio de Estado; se extorsiona a la población penitenciaria con cobros ilegales, además de otras anomalías
.
Denunciaron que han sufrido amenazas e intimidación como forma de represión y para obligarlos a desistir de sus denuncias y quejas. Por ello, responsabilizaron de su integridad física y sicológica a Hazael Ruiz, subsecretario del sistema penitenciario capitalino, y a Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Ayer, Wendy Reyes visitó a su hermano y narró a La Jornada que las seis personas en ayuno en el Reclusorio Norte están en aislamiento, en la misma celda, en la sección de ingreso
.
Denunció que los guardias intentaron acortar su horario de visita, al igual que el de la madre de Fernando Bárcenas y la amiga de uno de ellos.
Bryan Reyes explicó que el pasado sábado, cuando comenzó la huelga de hambre, sólo les permitieron hablar a partir de las 11 de la noche (que fue cuando se lograron comunicar con La Jornada).