Ante 25 mil personas, los jóvenes veracruzanos abrieron el festival más antiguo de Inglaterra
Los asistentes admiraron el ritual en respetuoso silencio y al terminar los ovacionaron con euforia
Viernes 26 de junio de 2015, p. a10
Más de 25 mil personas guardaron un respetuoso silencio para admirar todos los momentos de un ritual ancestral. Después, llenos de energía, aplaudieron y gritaron. Frente a la euforia multitudinaria, en el centro del Círculo Sagrado, cinco totonacas veracruzanos recibieron la ovación para sellar el encuentro espiritual y artístico entre los pueblos originarios de México y la comunidad mundial.
Así fue ayer la inauguración del Festival Glastonbury, el más antiguo del mundo, en Inglaterra, con la ceremonia ritual de voladores como elemento central de una apertura marcada por la mundialización de las expresiones culturales: músicos, acróbatas, percusionistas, artistas del fuego y danzantes de múltiples naciones.
En el contexto del Año Dual México-Reino Unido, la ceremonia ritual de voladores confirmó en territorio europeo el valor excepcional que la incluyó como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés). Con esto, se convierte en la primera expresión indígena mexicana en participar en Glastonbury, y lo hace como protagonista de la apoteosis inaugural de un festival que durante cinco días recibe a más de 200 mil visitantes en Somerset, en el oeste de Inglaterra.
Los practicantes de la ceremonia ritual de voladores presentes en Europa son jóvenes maestros del Centro de las Artes Indígenas (CAI), de entre 20 y 30 años de edad, que llevaron a cabo todos los pasos del rito para transmitir los simbolismos de su cosmovisión y pedir a las deidades por la fertilidad de la naturaleza.
Como parte de este saber y hacer integral
, bendijeron el palo volador transportable que los ingenieros de Glastonbury y de Cumbre Tajín construyeron para la gira de los artistas totonacas por el circuito de festivales ingleses.
Además de la ceremonia de voladores y su extraordinario ritual, que conquistó a los miles de espectadores en el Stone Circle, la comunidad totonaca también presentó la danza de Guaguas y su cosmovisión. Esta presencia muestra el vasto trabajo de regeneración cultural que lleva a cabo el CAI en Papantla, Veracruz. Por este trabajo, basado en un modelo propio que fortalece, preserva y transmite las artes de la tradición totonaca, el CAI es integrante de la lista mundial de mejores prácticas de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.
Un día antes de la exitosa participación de los artistas totonacas, el embajador de México, Diego Gómez Pickering, estuvo presente en Glastonbury para observar a la delegación mexicana.
Esta presencia estelar confirma la globalización de la sabiduría originaria mexicana, su trascendente papel como referencia ritual y ejemplo de identidad en diálogo mediante los lenguajes culturales y del patrimonio material e inmaterial, así como su importancia como una de las expresiones mexicanas más admiradas en el orbe.