En mentes vulnerables causa ansiedad, depresión y trastornos del sueño
Se caracteriza por el deseo obsesivo de navegar por Internet
Está ligado con percances automovilísticos fatales
En Corea del Sur se reconoce como un problema de salud nacional
Miércoles 24 de junio de 2015, p. 35
Suena el despertador y, antes de poner las ideas en claro tras un profundo sueño, el primer reflejo de la mañaña es buscar el smartphone para revisar las redes sociales. La ansiedad por saber qué han publicado los demás durante el tiempo en que se durmió puede llegar a ser estresante. Por las noches sucede lo mismo: antes de dormir hay que revisar invariablemente estas plataformas para presumir lo hecho en el día y verificar qué hicieron los otros.
Se trata de un nuevo miedo generado por el mundo virtual: no ser partícipe de experiencias gratas para otras personas. De forma coloquial se le conoce como fomo –siglas en inglés de fear of missing out (miedo de perderse)–, explicó José Alejandro Medina Rodríguez, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y organizador del encuentro Conecta 2.1. Más Allá de las Redes Sociales.
El fenómeno se caracteriza por el deseo obsesivo de navegar a través de Internet para atestiguar las vivencias ajenas y comparar experiencias y posesiones propias con las de los demás. En mentes vulnerables esto puede generar ansiedad, depresión y trastornos del sueño, entre otros síntomas.
El experto aseveró que la adicción a estas plataformas puede ser tal que muchos usuarios suelen protagonizar desplantes por nimiedades como quedarse sin señal de wifi u olvidar el celular en casa. Una investigación realizada en Estados Unidos encontró que a mayores niveles de esta afección, menor satisfacción por la vida.
Si bien son más propensos a padecer este problema individuos introvertidos (que buscan en lo virtual formas de interacción no practicadas en escenarios reales), los extrovertidos también las emplean como una manera de ganar reconocimiento y exhibirse.
Estudios realizados por empresas dedicadas al monitoreo del tráfico en la web indican que las redes sociales más consultadas son Facebook –la más exitosa y popular–, Google, YouTube, Twitter, Linkedin, Instagram, entre otras.
Se calcula que a escala mundial hay más de 3 mil millones de usuarios de Internet y de ellos poco más de 90 por ciento usa las redes sociales.
Estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2015, investigación realizada por la Asociación Mexicana de Internet, muestra que en 2014 había 53.9 millones de internautas en el país que en promedio pasan conectados seis horas 11 minutos.
El reporte revela que nueve de cada 10 internautas mexicanos acceden a una red social y por primera ocasión en los resultados del estudio el acceso a estas plataformas es la principal actividad online. Agrega que casi seis de cada 10 usuarios (58 por ciento) se conecta a la web a través de un smartphone.
Uno de los datos presentados en el encuentro –difundido por la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM– destacó la velocidad con la que Facebook se hizo de millones de usuarios. Álvaro Gordoa, consultor de imagen pública indicó que la radio requirió cuatro décadas para alcanzar 60 millones de escuchas y a la televisión le llevó tres lustros llegar a la misma cantidad de televidentes, mientras al correo electrónico le significó cinco años desde su popularización obtener ese número de usuarios; sin embargo, la red creada por Mark Zuckerberg alcanzó los 100 millones de internautas en tan sólo nueve meses.
Medina Rodríguez, organizador del encuentro, refirió que el fomo está ligado con accidentes automovilísticos, sobre todo en adolescentes, quienes en su obsesión de estar conectados manejan y manipulan sus dispositivos móviles al mismo tiempo. En Estados Unidos estas distracciones causan cada año más percances fatales entre conductores menores de edad (cerca de 3 mil) que entre conductores ebrios (2 mil 700).
En China se aplicó un estudio a dos grupos: uno con usuarios que pasaban de ocho a 13 horas al día conectados, y otro con sujetos que no demoraban más de 120 minutos. Todos los participantes fueron sometidos a un escáner cerebral y los primeros mostraron daños en la materia gris.
En Corea del Sur –país con el mayor número de habitantes con acceso a la red–, el fomo ha sido denominado demencia digital
y se le ha declarado un problema de salud nacional que es tratado en 200 centros de rehabilitación.