Sólo el tiempo dirá quién es el continuador de la trova yucateca, en el horizonte de Palmerín, Acereto, Pastor Cervera y tantos otros, que legaron formas de tocar la guitarra, de cantar, de sentir; no puedo afirmar que vaya a ser yo, porque eso no se decide, sino que se va dando, expresó en entrevista el peninsular Jorge Buenfil, quien el domingo pasado ofreció un recital en su terruño, Tekax, donde entre el público se encontró Víctor, su padre, conocido como don Roch, de 95 años.

Antes del recital, Buenfil compartió con La Jornada: “Daré el concierto en el contexto de la Primavera Cultural en Yucatán, que se atrasó un poquito por las elecciones.

“Tekax fue un lugar muy pujante; está lleno de casas majestuosas e importantes. Tiene un palacio de gobierno que siempre que regreso y lo veo me llena de orgullo, porque tiene una placa en la que se lee que ahí se estableció el primer municipio socialista de Yucatán. Fue uno de los últimos sitios del sureste donde desapareció el Partido Socialista.

Nací y crecí en Tekax. Un tío tenía una orquesta que tocaba danzones y yo interpretaba el güiro. Este concierto será como regresar a toda esa historia, a la experiencia que tuve de chamaco y que me marcó muchísimo. Tocaré danzones con guitarras, porque es lo que sé hacer. Estarán siete compañeros músicos, todos muy talentosos e importantes en la ciudad de México, en el país y en el mundo.

Consideró fundamental para su música la influencia del entorno en que creció. “Independientemente de que mis padres fueron muy especiales en la forma de educarme, sin duda la cercanía con mi tío músico fue determinante, lo cual se manifestó tiempo después, cuando yo tenía coo 20 años.

“Actualmente preparo un material con personajes de mi pueblo. A lo largo de los años te vas encontrando historias maravillosas que viviste en el terruño. Ahora ha cambiado, porque la televisión es muy influyente y me da tristeza encontarme a chamacos con un montón de vicios. Han perdido el acento y las formas tan hermosas de vivir por allá.

“Mi ciudad ha crecido en extensión y con ello ha perdido su dulzura. Yo salí de mi pueblo por inquietudes, porque la ciudad de México era un sueño para mí... era como la veía en las películas. A final de cuentas la vida es una búsqueda.

Llevo en la música desde 1973; empecé en las peñas folclóricas, trabajando con grupos importantes de la época, como Machete y Tupac Amaru. Trabajé con Tehua, Pedro Ávila, de quien hice los arreglos a lo primero que presentó en México. También estuve con Óscar Chávez, Alfredo Zitarrosa; un periodo corto, con Ángel Parra. Recorrí un camino necesario para después hacer lo mío... y ya son 42 años.

La trova

“Mi madre era amante de la trova yucateca. Le fascinaban los danzones y la música de Pastor Cervera. Mi tío, el músico, también hacía lo suyo en trova. Me marcó mucho haber sido amigo de Pastor, quien era muy exigente. Le mostraba mis canciones y era crítico.

“En el caso de la guitarra... siempre se dice que en Yucatán en cada casa hay una, que por todos lados hay un trovador, lo cual no creo que sea tan cierto. Sí hay un gusto por la guitarra y la trova, pero no es generalizado.

“Muchos de los danzones que hacemos son de la trova yucateca, como Ella y Ojos tristes. Hay una división, se supone, entre los que prefieren la trova estilo Palmerín y quienes optan por un cambio. Yo estoy por la canción popular que refleja calidad, ya sea lo de Palmerín u otro, como Guty Cárdenas. Hay gente que no es crítica y no acepta que hay cosas buenas y malas.

En mi caso soy un creador como cualquiera, como lo fueron ellos en su momento. Todos tuvieron sus andanzas y aventuras musicales, sus audacias en la cuestión armónica. Pastor rompe con la sonoridad tradicional, con muchos esquemas. Acereto empezó a cantar con Pastor y aventura en su momento. Todos tenemos esa búsqueda. Nunca voy a dejar la afición de lo que traigo en la espalda. La trova yucateca tradicional me sirve mucho para tirar para adelante, sin tener que hacer lo que realizaron Guty o Pastor.

–Se le ubica como el continuador de la trova yucateca. Es una gran responsabilidad.

–Sí, bueno, Fernando Espejo, poeta también muy amigo de Pastor, y el mismo Pastor, me decían: ‘ahí te encargo, compadre, tú sigues’. Otros me llaman El Heredero. No sé, porque eso el tiempo lo decide. Compongo y no me preocupa tanto la responsabilidad esa, porque trato de hacer bien las cosas. El tiempo, los críticos, la misma trova, dirán si lo que hago está bien.

A Jorge Buenfil lo acompañaron en Tekax el percusionista Armando Montiel, Ernesto y Jorge García, quien ha sido guitarrista de Betsy Pecanins; también Enrique Cámara, Óscar González, Manuel Guarneros, guitarrista que trabajó, al igual que Buenfil, con Zitarrosa.