A un año de que el presidente Enrique Peña ratificó su promesa de llevar a cabo una reforma profunda en el campo, el movimiento campesino expuso posturas divergentes.

Unos lo acusaron de traición al campesinado por no cumplir aún el compromiso; otros advirtieron que no firmarán acuerdos inconclusos y continuarán las movilizaciones de protesta; algunos más señalaron que sin unidad no tendrán fuerza para que la autoridad sólo deje de hacer promesas.

La Coordinadora Nacional Plan de Ayala calificó de traición el incumplimiento. Su dirigente, José Narro Céspedes, expuso que no se puede seguir mendigando esa reforma; es evidente que los foros realizados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) fueron un fracaso, y que el presidente Peña no cumplió con su promesa.

Las autoridades y los partidos políticos, dijo, siguen dejando fuera de su campo de visión a campesinos e indígenas. El gobierno y el PRI continúan la política de dispendio y corporativismo para conseguir votos. La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) y la Sagarpa autorizaron proyectos y entregaron recursos sólo a sus aliados políticos, mientras la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) enfoca su actividad primordialmente al tema de la vivienda.

El Frente Auténtico del Campo advirtió que no firmará el acuerdo por la producción y productividad, como pretende la Sagarpa. El compromiso presidencial fue de una reforma integral, por lo que continuarán sus acciones de protesta para exigir un cambio en la política agropecuaria.

En lo que va del año, las cuatro agrupaciones de ese frente han llevado a cabo tres plantones en la Sagarpa, la Sedatu y en la Secretaría de Gobernación para demandar un nuevo modelo de financiamiento; la creación de una empresa mixta para la comercialización de granos básicos; modificaciones a los programas para que los beneficios sean realmente para los productores que tienen hasta cinco hectáreas; resolución a los conflictos agrarios, y entrega de recursos para la vivienda rural, entre otros.

Olegario Carrillo Meza, dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, hizo un llamado a la unidad del movimiento para que no lo sigan desdibujando y recupere su fuerza ante el Congreso de la Unión y el gobierno. Hay que romper con las inercias de los paliativos y las dádivas para solucionar a fondo la problemática rural.

En tanto, nueve de las 12 agrupaciones del Congreso Agrario Permanente esperan que el titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, les informe cuándo firmarán el acuerdo de reforma sólo en el aspecto productivo, así como en la instalación de una mesa de análisis para el presupuesto para 2016.

Entre mayo y agosto del año pasado, la Sagarpa llevó a cabo foros temáticos estatales, regionales y virtuales para recabar las propuestas de reforma para el campo, pero no dio a conocer públicamente las conclusiones.