Guadalajara, Jal.

Legisladores, amigos y familiares rindieron homenaje de cuerpo presente a Javier Galván Guerrero, delegado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) y ex dirigente estatal priísta, asesinado el viernes por la mañana en las cercanías de la glorieta de la Minerva en esta capital.

Al acto en el Congreso, donde Galván fue dos veces diputado, acudieron personajes políticos de todo el estado encabezados por el gobernador Aristóteles Sandoval, quien participó en una de las varias guardias de honor en torno al féretro.

Después el cuerpo fue trasladado a la sede estatal del PRI, donde el único orador en una ceremonia que reunió a cientos de militantes, fue el actual presidente del comité jalisciense, Hugo Contreras.

Tras la ceremonia se realizó el traslado de los restos de Galván a su natal Autlán de Navarro, municipio en el sur de Jalisco.

Disputa por una finca, posible móvil

Aunque se anunció que la Procuraduría General de la República atrajo el caso debido al rango de funcionario federal de Galván, el fiscal central de Jalisco, Rafael Castellanos, informó el mismo viernes por la noche, horas después del asesinato, una hipótesis sobre el móvil del crimen por la disputa de una finca en Guadalajara.

Detalló que en el crimen se usaron por lo menos dos vehículos. En la zona se recolectaron siete casquillos percutidos de un arma calibre 9 milímetros y se registraron cuatro impactos en el cuerpo de la víctima.

Se están recabando las declaraciones de tres testigos para corroborar información e indagar si además de los tripulantes de los vehículos de los agresores, hubieran participado más individuos en tierra. En la zona hay cámaras de seguridad que estamos analizando, agregó.

Dijo que tanto el particular como Galván tienen escrituras de la misma propiedad emitidas por dos notarios diferentes, lo que derivó en una disputa para determinar quién es el propietario legítimo a través de causas civiles y penales abiertas desde el año pasado.