Después de ser eliminado en la Copa América de Chile 2015, el director del Tricolor, Miguel Herrera, llegó anoche junto con parte del equipo a la ciudad de México. En una larga conferencia en la Terminal 2 ofrecieron una explicación sobre el fracaso en el torneo de Conmebol. En ella el Piojo parecía cansado e irritable y ofreció que dará resultados: Porque les guste o no, voy a estar aquí (en la dirección técnica) hasta 2018.

El director de selecciones nacionales, Héctor González Iñárritu, a manera de presentación, comentó sobre un torneo en el que se tenían expectativas de llegar a semifinales, pero del que fue eliminado sin ganar ninguno de los partidos de la primera fase: “Ya saben la triste historia: no logramos el objetivo que estaba planteado.

“Estamos con ese coraje y esta frustración, apenados con la afición. Fallamos y estamos dando la cara sobre este evento. Hay que cambiar el chip rápido, porque la semana que entra el equipo se prepara para la Copa de Oro.”

Iñárritu explicó que fue muy difícil tener dos selecciones, porque se cruzaron las fechas entre la Copa América y la Copa de Oro. Eso, aseguró, impidió que Herrera tuviera el equipo completo, sino hasta una semana antes del torneo.

Miguel Herrera miraba al directivo y asentía, hasta que se le preguntó sobre la percepción de si el técnico no invertía demasiado tiempo a actividades publicitarias en detrimento de las deportivas. Entonces el entrenador tricolor reaccionó molesto.

Ustedes piensan que sólo trabajo en asuntos mediáticos, pero no me siguen cuando estoy en los juegos. Nadie dice que cubrimos la liga y calificamos, todo el tiempo a los jugadores, dijo molesto.

Hay situaciones comerciales, bueno, a la mejor, porque soy buena onda con los de los comerciales y por eso me llaman. También porque le contesto a todo mundo, pero si lo hago dicen que estoy sobrexpuesto... No les embona ningún zapato, reclamó.

Herrera insistió que ha trabajado intensamente observando a los jugadores y acudiendo a los estadios para ver los partidos. Pero se quejó de que nadie se percata de esa parte ni tampoco de que no tuvo tiempo para estar con el equipo completo.

Por lo demás, asumió la responsabilidad del tropiezo. Dijo que no había que temer a la palabra fracaso, porque si eso había ocurrido es porque lo habían intentado. El fracaso es mío porque yo elegí a los jugadores, admitió Herrera. Pero creo que tardamos al inicio en entender el prestigio del torneo que estábamos jugando.

Herrera aseveró que además el arbitraje fue también un elemento adverso que dificultó el paso del Tri en el torneo y recordó su expulsión del área técnica durante el duelo contra Ecuador. Aunque aclaró que no sólo con México, sino de manera general.

El arbitraje en Sudamérica siempre ha sido tendencioso, yo lo viví en 1993, comentó, aunque dijo que no era una excusa. Tampoco el árbitro tuvo la culpa de las tarugadas que hicimos en la cancha.

Herrera expresó que deben desconectarse de inmediato de esta experiencia, a la que dijo no pueden negarse, a pesar de que se les complicó para integrar dos selecciones. Ahora deben concentrarse en la Copa de Oro, en la que fueron contundentes que el objetivo irrenunciable es ganar para asistir a la Confederaciones. Después de perder en sí la Copa América era una intención ganarla, la de nuestra confederación estamos obligados a ganarla.