Académicos presentan el libro Dialéctica de la imaginación, editado por La Jornada
Domingo 21 de junio de 2015, p. 5
Guadalajara, Jal.
Pablo González Casanova y su aporte al análisis de la democracia en México a partir de 1965, más allá de ideologías o partidos políticos, y su contribución académica pero también práctica y comprometida como asesor de movimientos sociales, forman la base para hacer una reflexión de la realidad política contemporánea que se plantee de entrada si existe el Estado.
Durante la presentación del libro Pablo González Casanova, dialéctica de la imaginación, editado por La Jornada, tres doctores en ciencias sociales, entre ellos el autor, Jaime Torres Guillén, coincidieron en que además de plantearse la existencia del Estado para de ahí partir al análisis de la democracia, el intelectual debe también considerar su papel personal para contribuir directamente a la emancipación humana.
Bastantes científicos sociales están muy lejos de lo que podría representar el ideal de un tipo de intelectual como González Casanova. Rehabilitó una ética: la idea de que el pensamiento crítico y la explicación científica de los fenómenos no tiene por qué estar separada de una posición política y ética para la lucha por la justicia y la liberación
, afirmó Torrés Guillén.
La presentación del ejemplar se realizó en la librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica, donde Torres Guillén agregó que González Casanova fue original al romper los esquemas de investigación y que su obra y vida cuentan con el potencial de inspirar para seguir los caminos en la construcción de un destino más digno.
Fue algo que le sucedió a él, quien se rebeló contra los cánones académicos, porque en la construcción del conocimiento no existen reglas dictaminadas por alguna instancia oficial
, considerando como González Casanova que la estandarización del conocimiento descarta alternativas para entender la historia de las ideas.
Carlos Lucio y Jorge Gómez Naredo, académicos de la Universidad de Guadalajara, reconocieron el papel primordial que los trabajos sobre la democracia en México emanaron de González Casanova.
“Contribuyó de forma definitiva a la institucionalización de la sociología en México. Le otorga rigor científico y académico a sus trabajos, incluso a veces mediante modelos matemáticos como en Sociología de la explotación, pero plantea en términos conceptuales algunas categorías que pueden ser contribuciones a la discusión de las ciencias sociales en el país”, dijo Lucio.
Consideró que González Casanova puso el tema de la discusión de la democracia en la mesa nacional y encontró los primeros elementos para pensar su construcción en México, sin importar la visión ideológica del momento.
Gómez Naredo dijo que su gran aportación es que logró pensar desde México lo que vivimos y no aplicar estas reflexiones intelectuales que se hacían desde el extranjero. Dio un paso más allá y logró analizar no solamente lo que sucedía en México, sino en América Latina.
Torres Guillén explicó que aunque González Casanova estudió los partidos y gastó energías en proyectos de investigación y formación de intelectuales de gran calado en los años 70 y 80, decidió empeñar sus mejores esfuerzos con el tema de la democracia a otros ámbitos: al de los movimientos sindicales y de las barriadas. Luego vendría su filia por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
“Por eso en el terreno de los intelectuales del establishment no es incorporado Pablo González Casanova, no lo invitan para los análisis televisivos del status quo. Pero él realiza su análisis estratégico-político de los movimientos sociales, los asesora y tiene una influencia tremenda.”
Todo con bajo perfil, alejado de la prensa o la televisión, con gran calado donde buscaba incidir directamente en la realidad.