El cuerpo desnudo de tres mujeres fue el lienzo de artistas que con tinta negra escribieron ¡Fuera Mancera¡, ¡Fuera granaderos! y ¡Viva México! en apoyo a los trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), adscritos a la delegación sindical D-III-22, que fueron golpeados el pasado 5 de junio en el estacionamiento del Palacio de Bellas Artes por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal.

Con la clase al aire libre de dibujo al desnudo, a cargo del taller Sesiones: arte humano, y la música del grupo Joven Viejo Quartet, comenzó este sábado el Festival de Cultura de Apoyo a los Trabajadores del INBA agredidos por los granaderos y de denuncia de la violencia policial del Gobierno del DF a las manifestaciones políticas reivindicativas.

El propósito de este encuentro fue exigir que esos hechos violentos no queden impunes y no se repitan.

El Comité Ejecutivo de la Delegación Sindical D-III-22, sección 11 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de artistas y trabajadores del sector cultural, proyectó un video con testimonios de quienes fueron agredidos por los granaderos, así como imágenes grabadas por los transeúntes.

Al referirse al video, Pedro Miguel, columnista de La Jornada, comentó: Parece un gesto de fuerza, pero es muestra de debilidad. Imagínense ustedes a un poder que no es capaz de tolerar una videograbación de un celular; a un poder que le tiene miedo a un teléfono móvil y a una muestra, ya no de solidaridad, sino de empatía con alguien a quien están golpeando, y que no es capaz de tolerar que exista una prueba de su actuar.

El autor de la columna Navegaciones consideró que lo ocurrido el pasado 5 de junio en el recinto cultural es el reflejo de un poder débil, que se está cayendo y no puede gobernar, ni el Distrito Federal, ni el país, ni en el mundo y, sin embargo, lo está haciendo.

En opinión de Pedro Miguel, más allá de decir que han criminalizado la lucha social en el país, la ofensiva de este poder va a la criminalización de la solidaridad entre la gente y de la empatía hacia alguien que está siendo pateado en el suelo, y eso quieren destruir.

Recordó los episodios de Apatzingán, Ayotzinapa, de la Guardería ABC y Pasta de Conchos, y afirmó que es importante entender esta barbarie policial, que también se ve al norte del Río Bravo, porque nos estamos enfrentando a un modelo global; somos parte de un objetivo en la ofensiva de un modelo global que nos ha dicho que nos va llevar a la felicidad, que nos ha dicho que las reformas estructurales operadas en las postrimerías del calderonato y a principios del peñato son las vías para la prosperidad, etcétera, pero nos meten leyes que coartan los derechos.

El Comité Ejecutivo de la Delegación sindical D-III-22 recordó los acontecimientos ocurridos entre los granaderos y los empleados del máximo recinto cultural del país.

Los trabajadores del Palacio de Bellas Artes fuimos objeto de una agresión artera; los granaderos invadieron el recinto al perseguirnos desde el paso de la Alameda Central hasta el estacionamiento del palacio, y no satisfechos con ello, entraron hasta la puerta de entrada del personal, golpeando a todo aquel que encontraban a su paso, violentando así nuestros derechos humanos, e invadieron zona federal, que no está en sus atribuciones, expresó Rubén Darío Bermúdez, colegiado de desarrollo educativo y cultura de la Sección 11 del SNTE.

Foto Guillermo Sologuren

Demandan respeto a los derechos humanos

En la explanada del máximo recinto cultural, Bermúdez, en nombre de los trabajadores, exigió el respeto a las zonas culturales y artísticas que pertenecen al INBA o cualquier otra institución de cultura, dentro y fuera de la ciudad de México.

También se demandó que los hechos no queden impunes, pero, sobre todo, que no se repitan. Castigo a los culpables de estos hechos y la salida inmediata de los granaderos que se encuentran en los alrededores del Palacio de Bellas Artes. Que la denuncia entablada por las autoridades del INBA continúe su cauce legal y llegue a su culminación dada la gravedad de hechos.

Con actividades de música, danza, teatro, performance y talleres de pintura, los artistas y trabajadores del sector cultural exigieron respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión, pues consideran que la violencia del pasado 5 de junio fue un acto de represión.

Desde las primeras horas del sábado, los transeúntes de la ciudad disfrutaron de la sesión de dibujo al desnudo, en el que unas chicas con pasamontañas se despojaron de su ropa y de prejuicios para mostrar su cuerpo y que éste fuera captado por una decena de artistas y de varios caballeros, quienes inmediatamente al ver las siluetas femeninas reposando sobre unas colchonetas sacaron su teléfono celular para tener una imagen de ese cuerpo, que sirvió para expresar el sentir de la sociedad.

Los organizadores, micrófono en mano, expresaban el motivo del festival y aclaraban que las actividades en el Palacio de Bellas Artes se realizaban de manera normal.

En su intervención, el artista Antonio Ortiz Gritón hizo un llamado a las autoridades para detener la violencia y represión de las manifestaciones, y lanzó la pregunta: ¿Qué te hicimos, Mancera?

Mientras se realizaba la sesión de dibujo al desnudo en la carpa colocada frente a la entrada principal del recinto de mármol, a un costado integrantes del taller de gráfica Ajolote, de Demián Flores, enseñaban y obsequiaban grabados al público.

Las personas también tuvieron oportunidad de mostrar sus habilidades como dibujantes en el taller Pinta tu granadero, los dibujos fueron colgados de las luminarias de la explanada del recinto cultural.

Como parte de la programación se realizó una lectura de poesía subversiva, un performance, se presentó un ensamble de música árabe y se realizó el mural colectivo Megacatártico.