En promedio, cada 30 segundos en algún lugar del país un joven deserta de la educación media superior, lo que significa que 651 mil muchachos dejan de estudiar al año. Debido a que las políticas públicas han sido insuficientes para retenerlos estamos frente a una masiva violación de derechos humanos, pues el acceso a la educación de calidad es un derecho fundamental según la Constitución y es obligación del Estado garantizar su cumplimiento hasta el bachillerato.

Así lo señalaron los participantes en el encuentro Más y mejores oportunidades para los jóvenes, que tuvo lugar ayer en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Lorenzo Gómez, ex subsecretario de Educación básica e investigador de la casa de estudios anfitriona del encuentro, explicó que hay pocos avances alrededor del abandono escolar. Al menos ya se habla de ello, comentó durante su participación. Puntualizó que no prevenir la deserción de los jóvenes es una violación a sus derechos.

El cambio constitucional más importante es haber determinado el enfoque de derechos humanos en ella, y establece el derecho a la educación de calidad. (...) El avance está ahí, en la Carta Magna. (...) Esto nos plantea un reto fundamental de transformación del sistema educativo. (...) El único avance que tenemos es el reconocimiento de que esto es un asunto que rebasa la estadística para convertirse en una violación masiva de derechos humanos. Este país está violentando a más de un millón de menores de edad al año.

El investigador señaló que actualmente no se conoce cómo se forma en los jóvenes la idea de abandonar la escuela y esto ha llevado a que se den respuestas simplistas al problema, como otorgar becas.

El beneficio de las becas no se refleja en las tasas de abandono

Recordó que 32 por ciento de los estudiantes del nivel medio superior tienen alguna beca, pero eso no se ha reflejado en el descenso de las tasas de abandono escolar, que bajan apenas entre una y dos décimas de punto porcentual al año.

Al respecto, Miguel Székely, ex subsecretario de la Secretaría de Educación Pública y actual director general del Centro de Estudios Educativos y Sociales, refirió que es claro que el abandono escolar es un tema que va más allá de las estadísticas, pues se ha ido olvidando que la educación media superior es obligatoria y cuando los jóvenes desertan es en una violación a sus derechos constitucionales.

También indicó que en México se habla de un sistema educativo, pero la realidad es que no es uno, sino varios: el de educación básica, el de media superior y el de superior, los cuales no se comunican entre sí. El abandono dela escuela debe abordarse desde las primeras etapas de la escolaridad, pero deberíamos empezar por resolver que haya por lo menos un hilo conductor claro entre la educación preescolar y la media superior, que es la etapa obligatoria.

Tzitzi Morán, consultora de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo, comentó que actualmente uno de los desafíos para que los jóvenes consigan buenos empleos es incorporar los requerimientos del sector productivo a los programas educativos.

Señaló que también hace falta información del seguimiento de las trayectorias de los jóvenes, pues no se sabe, por ejemplo, cuántos dejan de estudiar para ahorrar y poder financiar sus estudios posteriormente, ni cuántos trabajan y acuden a la escuela de manera simultánea.