Waterloo.

Con la notable ausencia del presidente de Francia, François Hollande, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, comenzó este jueves la conmemoración de los 200 años de la Batalla de Waterloo, con la que los ejércitos prusianos y británico pusieron fin al periodo de la historia europea conocida como las Guerras Napoleónicas.

La batalla significó la derrota definitiva del entonces emperador Napoleón Bonaparte en esta localidad ubicada a 15 kilómetros al sur de Bruselas y propició su abdicación el 22 de junio de 1815.

El gobierno belga intentó este año evocar el hecho con una ceremonia que sirviera para emitir un mensaje de unidad de las naciones europeas, pero a la ceremonia de inauguración llegaron únicamente los representantes de las monarquías de Bélgica, Holanda, Luxemburgo, mientras que los países protagonistas del enfrentamiento enviaron a sus embajadores en Bruselas. Este viernes se tiene prevista la presencia del príncipe Carlos de Gales.

El primer ministro francés, Manuel Valls, se tuvo que defender de las críticas por la ausencia de Hollande. Se nos reprocha que no estemos presentes el presidente de la Repúbliac y yo para llorar ese momento temible que vivió nuestro país, dijo el funcionario, sin dar mayores explicaciones.

Este viernes y el sábado se llevará a cabo una representación escénica de la batalla, en la que participaron unos 180 mil soldados.

Durante la ceremonia de este jueves, unas 11 mil personas observaron el espectáculo pirotécnico Inferno, inspirado en un poema del francés Víctor Hugo. Algunos de los actores de la escenificación se presentaron a la ceremonia inaugural.