Viernes 19 de junio de 2015, p. a15
Buenos Aires. Los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis, quienes se encontraban prófugos de la justicia, se presentaron de manera voluntaria ante los tribunales de esta ciudad por el escándalo de corrupción en la FIFA. Se les notificó del pedido de extradición solicitado por las autoridades de Estados Unidos, que los acusan de sobornos y lavado de dinero, y luego quedaron detenidos, por lo que fueron trasladados a una cárcel. Los Jinkis (padre e hijo) son propietarios de la empresa Full Play y pesaba en su contra una orden de captura internacional tras la investigación que destapó los malos manejos del máximo organismo del futbol y motivó la detención de siete altos dirigentes.