Avanzar en una ley de conservación y restauración de suelos, pendiente desde hace años para hacer frente al problema de la desertización de suelos que afecta 120 millones de hectáreas en el país, propusieron especialistas en el contexto del Día Internacional de la Desertificación.

Éste se conmemora hoy, con el tema seguridad alimentaria para todos mediante sistemas sostenibles.

Tendrá el lema: El que algo quiere, algo le cuesta. Invirtamos en suelos sanos.

La intención es impulsar el cambio de uso de la tierra por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático, en particular en las zonas áridas, en las cuales la escasez de comida es cada vez mayor; más equilibrio entre las finalidades ecológicas y el consumo de alimentos, y aumento de las acciones encaminadas a visibilizar las consecuencias de la desertización, cuyos efectos sobre la paz, la seguridad y la estabilidad son invisibles, indica la Organización de las Naciones Unidas.

Gonzalo Chapela, de la Red Mexicana de Esfuerzos contra la Desertificación, expresó en conferencia de prensa que hay poca atención a la desertificación, lo cual significa la pérdida de productividad de las tierras en todos los ecosistemas. Entre los principales factores que inciden en ese proceso está la pérdida de fertilidad, la erosión hídrica y la salinidad.

Pero, apuntó, en el origen de todo ello lo que encontramos es un mal manejo. No se requieren grandes inversiones, sino básicamente educación y transferencia de tecnología. Las buenas prácticas agrícolas se deben generalizar.

Explicó que existe una estrategia nacional para el manejo sustentable de tierras, que fue aprobada por el Sistema Nacional de Lucha contra la Desertificación, pero no fue considerada en el Programa Nacional de Desarrollo ni en los planes sectoriales.

Añadió que se requiere una agencia que se encargue del tema para lograr la concurrencia armoniosa de los esfuerzos sectoriales. Si no vemos el problema de la desertificación con un enfoque integral, es imposible que salgamos adelante. Necesitamos a alguien que convoque a la coordinación interinstitucional. La agencia tendría como propósito revisar la gestión de capacidades, aplicar recursos y evitar que se afecten los suelos, detalló.

Por su parte, Fernando de León, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, expresó que la responsabilidad no es sólo del gobierno. Dentro del clima de descomposición social en Guerrero, Michoacán y otros estados, dijo, se debería hacer un llamado de atención para crear una política de más apoyo al sector rural. Añadió que los jóvenes en ejidos y comunidades tienen las puertas cerradas para recibir beneficios, pues sus padres tienen los derechos de las tierras.

De acuerdo con los especialistas, alrededor de 50 por ciento del territorio nacional presenta alguna degradación significativa.

Por ello, subrayaron, se debe impulsar la aplicación de las leyes vigentes, como las de Desarrollo Rural Sustentable y de Cambio Climático.