Roma.

Los dirigentes políticos de México e Italia, Enrique Peña Nieto y Matteo Renzi, se reconocieron mutuamente ayer en sus impulsos reformatorios.

Elogiaron su audacia en esa materia, pero muy pronto, ahí mismo, la realidad de sus países los regresó a la agenda local: al italiano, la crisis de migrantes en el Mediterráneo, y al mexicano, los anticipados anuncios para la competencia electoral de 2018.

Luego de los actos de protocolo, Peña Nieto fue interrogado sobre la intención de la panista Margarita Zavala de buscar sucederlo en Los Pinos. Remitió a ver el tema con la autoridad electoral, porque, indicó, al gobierno le ocupa, apegado a los lineamientos, actuar con absoluto respeto al marco legal y alcanzar las metas que nos hemos propuesto en la consolidación de lo que hemos impulsado al inicio de la administración. Y apegados a esos lineamientos y a esos objetivos, habremos de mantenernos.

Detalló: sobre la efervescencia política que empieza a suscitarse después de la elección intermedia, corresponderá a la autoridad electoral arbitrar y regular la participación de cualquiera que, apegada a derecho, pueda darse de cara a la competencia que tendrá lugar hasta 2018.

El gobierno, dijo, será respetuoso en su actuación, se mantendrá en absoluta imparcialidad y, sobre todo, en absoluto respeto a la ley, actuando en apego a los principios legales y a los objetivos que se ha trazado para lograr el desarrollo y el bienestar de los mexicanos.

El mandatario mexicano, en el último día de su gira por Europa, llamó a su anfitrión audaz, valiente y transformador. Resaltó que Renzi, presidente del Consejo de Ministros, también impulsa reformas estructurales. Ante algunas de ellas, la educativa por ejemplo, el premier italiano encara fuerte oposición.

Esta labor es compleja, pero a final de cuentas siempre será satisfactorio ver el desarrollo que reporta a las sociedades, alentó Peña Nieto a Renzi. Para lograr mejores resultados en los desafíos globales y los de una sociedad cada vez con mayores exigencias y necesidades, se hace necesario transformarse, hacer reformas estructurales para acelerar el ritmo de desarrollo y crecimiento económico. Italia tiene en Renzi a alguien con esa determinación, aseguró.

A su vez, Renzi consideró al presidente mexicano un líder reformador, capaz de tener una visión importante para su país, logrando resultados muy significativos gracias al proceso de reformas. El mundo global se ve adelante sólo si se tiene el valor de invertir en el futuro y no vivir de recuerdos, apuntó.

Previamente a su comparecencia ante los medios de comunicación, Peña Nieto y Renzi atestiguaron la firma de memorandos de entendimiento en materia de turismo, cooperación bilateral en el sector energético y cooperación en redes inteligentes y energías renovables.

También suscribieron dos acuerdos de cooperación en materia de seguridad social y policiaca, así como una declaración conjunta entre la Agencia Espacial Italiana y su similar mexicana, sobre relaciones aeroespaciales.

Algunos detalles de las conversaciones y acuerdos signados ayer se refieren al respaldo ratificado de Italia para la renegociación del acuerdo global y de comercio entre México y la Unión Europea; la colaboración para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, y el impulso al turismo a partir de una mayor conectividad aérea, como los vuelos directos Milán-Mérida o la reanudación de operaciones de Alitalia a territorio nacional, el próximo año.

Otras actividades de Peña Nieto en Italia contemplaron la entrega de la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca al politólogo italiano Giovanni Sartori, y la reunión con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y el alcalde de Roma, Ignazio Marino.

Con esta visita, el presidente mexicano cumple tres viajes a Italia durante su mandato. Aunque las dos anteriores estuvieron relacionadas con temas vaticanos: en marzo de 2013 vino a la misa de unción del papa Francisco, y en junio del año pasado fue recibido en audiencia por el pontífice, cuando el jefe del Ejecutivo le formalizó una invitación para visitar México.

El viaje más reciente al país de un funcionario de alto nivel del gobierno italiano ocurrió en marzo de este año, cuando el canciller Paolo Gentiloni se reunió con Peña Nieto.

Renzi resaltó la relevancia económica de las empresas italianas en México, pero también se apresuró a ofrecer: estamos listos para recibir cualquier inversión que venga de la nación mexicana, y si bien aseguró que entre los dos países hay una colaboración realmente profunda, ésta se encuentra todavía al inicio respecto de lo que se puede hacer en el futuro.