La Tierra es azul como una naranja se presenta en el teatro Benito Juárez
Adaptación colorida y delirante
de François Durègne, que explora los sueños, materia del surrealismo
Martes 16 de junio de 2015, p. a11
La Tierra es azul como una naranja es el título del espectáculo escrito y dirigido por François Durègne, quien realiza un viaje al mundo de los sueños un homenaje a la poesía surrealista y al clown, el cual se presenta desde el pasado viernes en el teatro Benito Juárez.
Se trata de la reposición, con nuevo montaje y elenco, luego de que se presentó en 2014. La Tierra es azul como una naranja es de Paul Eluard. Antes tuvo una temporada en el teatro de las Artes y puede reinventarse. La compañía Cocodrilo Produxión hizo una versión de la obra para continuar su exploración de los sueños, materia prima del surrealismo, del sicoanálisis y de múltiples reflexiones filosóficas.
La temporada se extenderá hasta el 28 de junio. El elenco está integrado ahora por María Goycoolea Artís, Roam León, Nubia Alfonso, Mónica Jiménez y José Ponce.
Cazadores y diosas
Cuando un curioso equipo de cazadores se da cita dentro del sueño de Henri, tranquilo técnico de teatro y dormilón profesional, éste se encuentra con algunos problemas durante el espectáculo. Ha caído en las manos de Parnasia, diosa que atraviesa el tiempo y viaja de sueño en sueño.
Dentro del caos existe una lógica, una explicación: los cazadores tienen una misión que cumplir y necesitan a Henri para completarla. Una historia que lleva al corazón de los sueños perdidos, una comedia delirante, fantástica y poética; un homenaje a la poesía surrealista.
El poema de Eluard que da título a la puesta es una magnifica alegoría del sueño. Más que un aforismo divertido es una imagen poderosa y poética del sueño. Basta con que algo se haya movido, que un color se haya matizado diferente, para que de repente todo sea posible, todo se modifique, para que la nueva atmósfera traiga consigo emociones distintas
, consideró Durègne.
El dramaturgo nació en Francia. Es egresado del Instituto de Estudios Teatrales de la Universidad de la Nueva Sorbona; realizó la carrera de actuación en el Taller de Teatro de Hibou, con el argentino Luis-Jaime Cortés. En 1993 cofundó la compañía Théâtre en Bransle. De 1997 a 2000 fue miembro del equipo del Teatro de los Oprimidos, de París, liderado por Augusto Boal, con quien realizó varios espectáculos.
Ha participado en alrededor de 20 puestas en escena y en festivales. Como dramaturgo y director ha creado espectáculos como En otros lugares, Cómo viajar en una sala y Mort aux vaches. En México ha montado Antimagia y otras cosas..., Cuántos cuentos cuentas y Ulises vuelve a casa.
En entrevista, el autor expresó: “Si cambias algo, por ejemplo, un color, el mundo cambia. Todo es posible y este poema de La Tierra es azul como una naranja es como una fórmula mágica para entrar al mundo de los sueños. En esta puesta en escena hay muchos colores, por lo que es delirante, cómica. Veo el mundo como el arcoiris”.
Añadió que se trata de una obra de teatro dividida en dos partes. Naturalmente, no es para niños... bueno, de nueve años en adelante, sí. Es una obra que tiene un poco para todos y tiene diferentes grados de lectura, por lo que todo mundo se va a divertir. Hay quienes lloran, pero todos, seguro, ríen. Hay reflexiones que cada uno hará según su experiencia. En la poesía surrealista hay libertad y los sueños son mejores.
La Tierra es azul como una naranja se presentará hasta el 28 de junio. Viernes a las 20 horas; sábados, 19, y domingos, 18 horas, en el teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc, a un costado del Monumento a la Madre). Boletos en taquilla y en el sistema Ticketmaster. Localidades: 132 pesos, entrada general; 50 por ciento de descuento a estudiantes, maestros, trabajadores de gobierno, Inapam y militares.