París.

El robot europeo Philae, posado sobre el cometa Churyumov desde mediados de noviembre pasado, se despertó el sábado por la noche, lo que hace esperar que pronto volverá a estar plenamente en operaciones.

“¡Philae está vivo!”, dijo entusiasmado Jean-Yves Le Gall, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales, la agencia espacial francesa.

“Hemos podido recuperar señales suyas durante dos minutos y 40 segundos de datos. Philae se va a poner en marcha de nuevo”, dijo.

¡Hola, planeta Tierra! ¿Me oyen?, tuiteó el robot a través de su cuenta, animada por la Agencia Espacial Europea (ESA).

El módulo de aterrizaje está listo para retomar sus operaciones, explicó Stefan Ulamec, responsable de Philae, en un comunicado de la agencia espacial alemana DLR.

La tan esperada noticia fue aclamada por el mundo aeroespacial, que siguió con pasión las tribulaciones del robot el invierno pasado. “La @NASA dice buenos días a Philae”, tuiteó por su cuenta la agencia espacial estadunidense.

Tras haber viajado 10 años en compañía de la sonda Rosetta y haber recorrido más de 6 mil kilómetros, Philae logró una primicia histórica al posarse sobre el cometa 67P/Churyumov-Guerasimenko en noviembre. Sin embargo, su aterrizaje fue agitado.

El robot rebotó varias veces antes de posarse entre unos acantilados en un espacio poco iluminado, por lo cual los paneles solares de cuya energía se alimenta no recibían suficiente luz.

El 15 de noviembre, Philae se sumió en un largo letargo, no sin antes operar durante 60 horas.

En días recientes, el cometa, escoltado por Rosetta, se ha ido acercando al Sol, lo que conlleva mayor temperatura y luminosidad, condiciones que han permitido el despertar de Philae.

La misión del robot-laboratorio es tomar imágenes y recabar datos sobre el cometa.

Nos ha sorprendido que ocurriera por la noche, incluso si lo esperábamos desde hace varios meses, declaró Patrick Martin, responsable de la misión Rosetta. El 30 de mayo había comenzado una nueva campaña para tratar de entrar en contacto con el aparato.

Los dos minutos de comunicación entre Philae y la sonda han bastado para confirmar que se encuentra bien y que sus sistemas funcionan correctamente en términos de energía y de temperatura para seguir comunicando con Rosetta, indicó Martin.