Los aires de la FIFA no llegaron a Cancún; reinó el pacto de caballeros
o ocurrido a la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) marca una coyuntura inmejorable para mirar con lupa a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) –reducida cómicamente por el propio Decio de María al club de Tobi
–, cuyo reglamento, contra toda lógica, está superpuesto a las leyes laborales y a la propia Constitución, como se ha dicho hasta la saciedad.
Pero seguros de su impunidad, en el reciente draft los dueños del balón hicieron emerger el pacto de caballeros
con toda su crudeza en el caso de Alan Pulido. La directiva de Tigres –que habría falsificado la firma del jugador para asegurar que tenía contrato vigente– mintió y dijo que el delantero aceptaba ser negociado en el tianguis de piernas.
No tardó en llegar el desmentido de Alan y su representante; pese a ello, las Chivas de Jorge Vergara decidieron entrar al maquiavélico juego y adquirir parcialmente al atacante. Manejos turbios para asfixiar laboralmente a un joven desubicado, mal asesorado
–dicen–, pero que gana simpatías en su lucha por sacudirse el yugo.
Lo de Pulido para Tigres se convirtió en una cuestión de orgullo, de dejar en claro el poder de los dueños, porque lo que podría ganar económicante con él, lo echa por la borda con la adquisición del inflado Jürgen Damm. Mejor sería para la directiva felina tomar un curso intensivo para hacer negocios en futbol impartido por Andrés Fassi y Jesús Martínez.
Con maestría, Grupo Pachuca lanzó el anzuelo, dijo que Chivas, América y Cruz Azul codiciaban a Damm, un jugador que no ha hecho nada, pero que alcanzó la cotización de un Darwin Quintero en sus mejores épocas. Tigres se fue de bruces sobre él y pagó lo que le pidieron. Y todavía cocina el arribo del galo André-Pierre Gignac para alzarse como el club más dispendioso del momento.
El Piojo Herrera pasó de ser el personaje simpático a causar hartazgo, culpa de su afán de aparecer en toda clase de escenarios. La sobrexposición provoca choteo y el seleccionador se entrampó en temas políticos con pésimo tino; inclusive, es notorio el descuido de su trabajo, porque podría quedarse como el perro de las dos tortas: ni Copa América ni Copa Oro.
La Comisión Disciplinaria es bizca o tuerta, en Cancún penalizó con severidad las mordidas en la cancha (ahora los infractores merecerán seis partidos de suspensión), pero no aprovechó el momento para establecer un castigo ejemplar a los agremiados que violen los artículos que prohíben hablar de temas religiosos o políticos, como hicieron Herrera, Oribe Peralta y Marco Fabián.
En el desangelado debut del Tri B en Chile 2015 llegó a la par con la lesión del veterano capitán Rafael Márquez, y los pronósticos para el partido ante el plantel anfitrión son francamente pesimistas. La selección no tiene empaque y por segunda vez está desperdiciando un torneo importante, en el que los equipos grandes
, como Argentina y Colombia, arrancaron con titubeos.
Es época para mirar la triste realidad. Luego de los fracasos en Nueva Zelanda y Toulon toca ver en el despeñadero a las pupilas de Leonardo Cuéllar. El equipo femenil tenía pronosticado obtener su primer triunfo en un Mundial a costa de una Colombia a la que ya había vencido en los Juegos Centroamericanos, pero no pasó del empate y cayó ante Inglaterra y en puerta está Francia.
Justino Compeán, titular saliente de la FMF, retrasó su adiós porque quería irse vestido de gloria, pero ahora toda su esperanza se reduce a la Copa Oro. Estados Unidos ganó el título en 2013 y si en 2015 repite, tendrá pase automático a la Copa Confederaciones 2017, el gran ensayo previo a Rusia 2018.
Santiago Baños, auxiliar de Herrera, regresó de Chile para iniciar los trabajos con el Tri A, que tendrá un par de juegos de preparación frente a Costa Rica y Honduras. El objetivo exclusivo de la selección es ganar el torneo de la Concacaf, pero bien se sabe que el rival a vencer es Estados Unidos, al que no ha podido superar en los recientes seis choques.
Siete equipos estrenan técnico hacia el torneo Apertura 2015 y la larga pretemporada luce propicia para dejarles ganar el acoplamiento necesario. El América con Ignacio Ambriz es un gran signo de interrogación. El Atlas recibe con grandes expectativas a Gustavo Matosas y Ricardo LaVolpe busca reverdecer en plena selva chiapaneca.
Los Xolos quieren alzar un cetro con Rubén Omar Romano, quien hasta ahora no ha ganado nada, pese a su larga trayectoria. El Morelia apostó por la experiencia de Enrique Meza, mientras Puebla sigue su tradición de cambiar técnico con y sin motivo: el turno es para Pablo Marini. La Máquina dio paso a Sergio Bueno y aún se espera una contratación bomba desde el extranjero.