Enfrenta orden de captura de la CPI por crímenes de guerra
Lunes 15 de junio de 2015, p. 30
Johannesburgo.
El presidente de Sudán, Omar Bashir, cuya captura solicitó la Corte Penal Internacional (CPI) para juzgarlo por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Darfur, no podrá abandonar Sudáfrica, determinó la justicia de este país, un día después de que el mandatario sudanés llegó aquí para participar en una conferencia de la Unión Africana.
En un comunicado emitido en La Haya, la CPI subrayó que Sudáfrica está obligada a detener a Bashir, sobre quien pesan dos órdenes de captura internacional por sospecha de genocidio en la provincia occidental sudanesa de Darfur, donde más de 300 mil personas han muerto y unos 2.5 millones más han sido desplazadas por la violencia desde 2003.
En un primer momento el gobierno sudafricano no se mostró dispuesto a acceder, pero este domingo un tribunal de Pretoria prohibió a Bashir abandonar el país.
El juez Hans Fabricius ordenó que Bashir permanezca en Sudáfrica hasta que decida sobre su detención. La audiencia continuará este lunes. El grupo South African Litigation Centre presentó el sábado un procedimiento de urgencia para conseguir que Bashir sea detenido.
Según el Estatuto de Roma (el acuerdo que dio forma a la CPI) todos los estados firmantes están obligados a cooperar con el tribunal. Aunque Sudáfrica es miembro, en principio el gobierno argumentó que el presidente, de 71 años, tiene que asistir a la cumbre como jefe de Estado.
La cita de dos días en Johannesburgo, a la que acuden más de 50 países, abordará temas como el fortalecimiento del papel de la mujer, la crisis política en Burundi y el problema de los inmigrantes que abandonan su países por los conflictos o la pobreza.
Al Bashir tomó el poder en un golpe no sangriento en 1989 y desde entonces ha ganado tres elecciones. En las últimas, celebradas en abril y boicoteadas por la oposición, sumó oficialmente 94 por ciento de los votos.
El mandatario está al frente de uno de los regímenes más represivos de África y es acusado de haber aprobado leyes para aumentar su poder, de reprimir las manifestaciones y arrestar a sus oponentes.
La crisis en Darfur tiene complejas raíces políticas y sociales. Más que un problema étnico, el conflicto que hoy enfrenta esta región del norte de África es una disputa territorial vinculada al aumento de la población y a la consecuente escasez de tierras, señala el Centro de Información de Naciones Uidas para México, Cuba y Repúbica Dominicana. Ver más información.