Temuco, Chile.

Ninguna victoria ni título hará olvidar la herida del 7-1 ante Alemania en el Mundial 2014, pero Brasil comienza este domingo, en la Copa América contra Perú, un proceso de cicatrización.

La verdeamarela es una incógnita en el primer torneo después del mineirazo. Llega a Chile de la mano del severo Carlos Dunga, quien sabe que el camino para recuperar la confianza de la afición será largo y de momento se centra en crear un equipo.

Tenía que haber una modificación general, independientemente del certamen mundialista. Aunque Brasil hubiera ganado, era necesario cambiar, porque el mundo está en evolución, argumentó Dunga, que deberá encontrar nuevos jugadores en un vivero que antes era fecundo y ahora parece yermo.

El portero Jefferson, los defensas Miranda y Marquinhos, los centrocampistas Philippe Coutinho y Elías, así como los delanteros Roberto Firmino y Diego Tardelli, son las principales caras nuevas de un plantel que contará con el aporte de los veteranos Robinho y Dani Alves, sustituto de última hora por el lesionado Danilo.

Como capitán y estrella se encuentra Neymar, a quien el timonel entregó el brazalete de líder tras quitárselo al defensa Thiago Silva, ahora suplente.

El Scratch llega al certamen chileno con siete jugadores del Mundial. “Son muy queridos, es lógico que lo que pasó en 2014 no le gustó a nadie, pero hay elementos de calidad. Cuando se enfrenta a la canarinha existe otra atmósfera, una motivación diferente de los adversarios. Todos siempre hablan del futbol brasileño, pero su mayor placer es verlo perder”, aseguró.

Enfrente tendrá un Perú que también comienza su enésimo proceso de regeneración. Pero, a diferencia de Dunga, el nuevo técnico, Ricardo Gareca, ha vuelto a confiar en los veteranos de siempre –Claudio Pizarro, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán y Juan Vargas– ante la ausencia de relevo.

Todos superan la treintena, por lo que quizá disputen su último torneo con una selección, cuyo objetivo en los próximos dos años será volver a un Mundial que no disputa desde 1982.

Sabemos que Brasil es el favorito para ganar la Copa América, pero nosotros tenemos que demostrar que somos una selección hambrienta de triunfos. Es poderoso, pero no es invencible, dijo el argentino Guerrero.

En el otro partido del grupo C, Colombia tiene un doble desafío, ya que necesita comenzar con el pie derecho, pero tendrá delante a un incómodo rival como Venezuela, contra el que no le ha ido bien en sus recientes compromisos oficiales, dijo el estratega José Pékerman.

Además, el cuadro cafetero buscará recuperar a Radamel Falcao, quien no ha tenido mucha actividad en el Manchester United.

La vinotinto empieza una nueva etapa al frente de Noel Sanvicente, quien sucede a César Farías, conductor de la selección durante siete años.

El entrenador tiene una carta ganadora en Salomón Rondón, el jugador más caro en la historia del balompié venezolano, por el que Zenit de San Petersburgo pagó 18 millones de euros.