María Cristina Mendoza da a conocer la evolución de la compañía de 1963 a 2003
En Las instituciones oficiales de la danza clásica y la producción... la investigadora del Cenidi resalta las propuestas de Nellie Happee, Carlos López y Jorge Cano
Domingo 14 de junio de 2015, p. 6
La investigadora y ex bailarina María Cristina Mendoza Bernal, interesada en el tema de la coreografía realizada por los mexicanos, revisa en su libro más reciente, Las instituciones oficiales de la danza clásica y la producción coreográfica nacional (1963-2003), las distintas épocas del Ballet Clásico de México (BCM) que después se convirtió en la Compañía Nacional de Danza (CND).
Mendoza explica que la idea central de la publicación es conocer cómo se ha desarrollado la coreografía dentro de la agrupación dancística, pero para dar un panorama general decidió incluir las historias del BCM y de la CND.
La historiadora de arte e investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza) subraya que desde su inicio el BCM estuvo abierto tanto a las coreografías que se denominan tradicionales, como a las contemporáneas y esta línea ha seguido dentro de la CND. Se han dado muchas transformaciones, pero siempre ha estado presente esta apertura a la coreografía clásica, neoclásica y contemporánea
.
Sobre el trabajo de los coreógrafos mexicanos, la autora mencionó de manera especial las propuestas de Jorge Cano, Nellie Happee y Carlos López, quienes además de ser bailarines se desarrollaron en el campo coreográfico.
En el libro, editado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, Mendoza analiza los cambios estilísticos en el BCM y en la CND, así como su relación con el contexto histórico social, la influencia de la crítica en su producción, los coreógrafos involucrados en este cambio y las dificultades que enfrentaron para producir su obra.
El ejemplar incluye imágenes del archivo de Guillermo Galindo, ex fotógrafo de la compañía, así como de Alida Kent y Roberto Aguilar.
Para la investigadora es importante que la CND desarrolle estrategias para trabajar de manera específica la interpretación y la profundidad de los personajes de las obras tradicionales y contemporáneas.
Presentar a la CND con su grandiosidad, en funciones siempre ejemplares que infundan el ánimo en su público y que muestren la capacidad de presentar mundos distintos, tanto del pasado como del presente, es para la autora una forma de democratizar la danza.
El libro fue presentado por la investigadora Margarita Tortajada hace unos días en el Palacio de Bellas Artes. Además de señalar que la CND muestra la visión que sobre la danza tienen los gobiernos en turno, Tortajada expresó que la obra de Mendoza ayuda a entender mejor las lógicas del campo dancístico mexicano.
Señaló que mediante el texto se pueden conocer las dificultades que enfrenta la compañía para obtener presupuesto, el impacto que tienen los cambios sexenales, los tropiezos para montajes y reposiciones, las complicaciones de traer maestros y coreógrafos invitados, así como las problemáticas internas que viven como cualquier otra organización.
En el campo dancístico se considera a la CND como los privilegiados, a lo mejor sí lo son, pero aquí vemos que su vida no es fácil y comparten muchos problemas con el resto de los grupos
, agregó Tortajada.
En ese acto, al que asistieron diversos integrantes del mundo de las zapatillas y el tutú, Nellie Happee, Sylvie Reynaud y Salvador Vázquez Araujo compartieron sus experiencias y anécdotas en la CND.