París.

La Policía Nacional francesa retuvo durante días a dos niñas, una francesa de seis años y una marfileña de tres, bajo la sospecha de que usaron pasaportes falsos para ingresar a Francia, hasta que un juez ordenó entregarlas a sus respectivos madre y padre, se informó ayer.

Las autoridades justificaron la detención con el argumento de que la policía se limitó a cumplir con sus obligaciones para proteger a los niños del tráfico de menores, pero el caso ha causado indignación en Francia en medio de un debate sobre el trato a indocumentados que han llegado masivamente en meses recientes.

La niña de seis años, de nombre Andreane, fue detenida el sábado en el aeropuerto Charles de Gaulle, a su llegada de Camerún, explicó el abogado Sidonie Leoue. La pequeña viajaba como menor no acompañada con toda la documentación necesaria y su madre la aguardaba en la termina aárea, agregó el litigante.

La policía consideró que la foto del pasaporte no era de la niña y sospechó que se trataba de un documento falso.

La pequeña, nacida en París, fue retenida en una guardería especial de la policía durante tres días, hasta que compareció ante un juez que le pidió que identificara a su madre, sentada en el tribunal, agregó el abogado.

A Andreane le mostraron fotos de una maestra y compañeros de la escuela a la que asistió en Francia, a los cuales identificó. Sin embargo, el Ministerio del Interior confiscó el pasaporte para continuar con el análisis de la autenticidad.

El juez dijo que se trató de un error y ordenó la liberación de la niña, aseveró Leoue. Es inadmisible que los menores sean retenidos así.

La marfileña, Fanta, también aterrizó en París el sábado y la policía la liberó el miércoles por una orden judicial. La decisión de retenerla se tomó para comprobar si el hombre que viajaba con ella era realmente su padre o una persona que intentaba arrancarla a su familia marfileña.

El padre de Fanta, indocumentado en Francia, presentó un pasaporte falso a la policía por la necesidad, según él, de sacarla urgentemente de Costa de Marfil.

Tenía que ir a buscar a mi niña, costara lo que costara, para evitar que le practicaran una ablación, explicó Mohamed Dumbia.

En Australia, en tanto, medios locales aseguraron este viernes que el gobierno de su país pagó al capitán y a la tripulación de un barco con refugiados 5 mil dólares australianos, respectivamente (unos tres mil 800 dólares estadunidenses), para convencerlos de dar la vuelta en dirección a Indonesia.